El Salón Blanco de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina fue escenario este jueves del Encuentro Regional “Solidaridad Internacional para la Democratización de Venezuela”, organizado por Cultura Democrática, el Centro de Liderazgo e Innovación y el Christian Democratic International Center (KIC). El evento reunió a dirigentes políticos, académicos y representantes de la sociedad civil para analizar la crisis venezolana y el rol de la comunidad internacional en la búsqueda de una transición democrática.
La jornada comenzó con intervenciones de expertos y representantes del movimiento democrático venezolano, quienes coincidieron en la urgencia de mantener la presión interna y externa contra el régimen de Nicolás Maduro.
En su discurso, Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de Vente Venezuela, afirmó que el país atraviesa una “fase crucial y decisiva” tras las elecciones del 28 de julio de 2024, en las que los venezolanos votaron por un cambio político, eligiendo a Edmundo González Urrutia como presidente con el 67 % de los votos.
“Esto más que un asunto de fechas, es un asunto de hitos. Aunque no hay una fecha en el calendario, la responsabilidad del liderazgo es acelerar los tiempos y lograr que la transición ocurra cuanto antes”, señaló.
Urruchurtu explicó que, en paralelo a la creciente presión de Estados Unidos —con el aumento de la recompensa por la captura de Maduro, la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista y el despliegue militar en el Caribe—, también se desarrolla una organización ciudadana dentro de Venezuela para sortear la persecución y la represión.
“El trabajo interno en el país se asume desde una lógica de clandestinidad proactiva: hacer cosas de alto impacto y bajo riesgo, cuidándonos entre todos, organizándonos de cara a cuando llegue el momento de alinear esas dos presiones, la interna y la externa, en función de propiciar la transición”, agregó.
Advirtió además que “mientras exista una estructura criminal en el poder secuestrando Venezuela, no podremos avanzar en la transición. Por eso es clave alinear la presión interna con la externa, sumando el respaldo de aliados internacionales como Estados Unidos. Una Venezuela libre y democrática significa también una región más segura y estable”.
Por su parte, Elisa Trotta, secretaria general del Foro Argentino para la Defensa de la Democracia (FADD), calificó al régimen de Maduro como una “tiranía narco-terrorista” y comparó sus crímenes con los cometidos por dictadores del Cono Sur y capos del narcotráfico.
“Maduro ha cometido los mismos crímenes que Videla y Pinochet, y también los mismos delitos que Pablo Escobar. El chavismo es el mayor flagelo de la región. Venezuela ha sido puesta en el centro de la agenda internacional gracias al trabajo de su sociedad civil y de la diáspora, incluso enfrentando a gobiernos que fueron aliados del chavismo, como el de Alberto Fernández y Cristina Kirchner”, afirmó.
El encuentro contó además con la participación de Michaela Hollis, Marcela Campagnoli, Santiago Santurio, Alfonso Santiago, Juan Miguel Matheus y Javier Sánchez, quienes analizaron el rol de la comunidad internacional ante la crisis venezolana.
Los panelistas remarcaron que la solidaridad internacional será determinante en los próximos meses para acompañar a Venezuela en el proceso hacia una transición democrática.