Nicmer Evans, precandidato a las elecciones primarias de la oposición venezolana por el Movimiento Democracia e Inclusión (MDI), aseveró que no son tiempos de generar falsas expectativas en la ciudadanía y dejó claro que el reto de 2024 pasa, necesariamente por procurar la unión de todos los factores que adversan a la administración de Nicolás Maduro.
“El reto de unas presidenciales en 2024 sólo será viable enfrentarlo en el marco del ejercicio de la unidad convocada por diversos sectores de la oposición venezolana en unas primarias que nos unifiquen, en elemento programático básico, y con la escogencia de un solo candidato y un equipo de conducción política amplio y diverso”, enfatizó el politólogo.
En una asamblea que agrupó a activistas políticos, líderes sociales y dirigentes gremiales del estado Vargas, desarrollada en la sede de la Cámara de Comercio en el litoral venezolano, Evans apuntó que el país reclama una conducción política que se gane la confianza de la gente, y que esto parte de la presentación de un proyecto real y concreto, que debe ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.
“No podemos nosotros seguir a dirigentes políticos que me dicen que tenemos que hacer el mayor sacrificio y sin embargo su vida es de lujos. Esto aplica para el chavismo y para la oposición”, agregó.
En este sentido, planteó que la renovación de la dirección política no se trata solo de “caras nuevas”, sino que el elemento reformador debe ir más allá. “Debemos cambiar y transformar la realidad, incorporar a actores que puedan aportar su experiencia y dando paso a nuevos dirigentes que permitan reconectar con la gente”, consideró.