Más de 25 millones de peruanos están convocados a votar este domingo en las fragmentadas elecciones presidenciales, una carrera con 18 candidatos y sin un claro favorito, ya que al menos siete aspirantes de todo el arco político tienen posibilidades de pasar a segunda vuelta, según los últimos sondeos.
Los comicios con voto obligatorio se realizan en el momento más crítico en lo que va de la pandemia en uno de los países más afectados del mundo por el COVID-19: a los hospitales ya colapsados se sumaron nuevos récords de muertes diarios.
La aglomeración sí se produjo en las encuestas de las últimas semanas, con diferencias por debajo del margen de error, lo que arroja un múltiple empate técnico entre Keiko Fujimori (Fuerza Popular), en su tercer intento por ganar la Presidencia; el centroizquierdista conservador Yonhy Lescano (Acción Popular); el economista neoliberal Hernando de Soto (Avanza PAÍS); y el sindicalista izquierdista Pedro Castillo (Perú Libre).
Un peldaño más abajo, pero todavía con posibilidades, están el empresario ultraderechista Rafael López Aliaga (Renovación Nacional); la antropóloga izquierdista Verónika Mendoza (Juntos por el Perú); y el ex futbolista George Forsyth (Victoria Nacional), que quedó sin cierre de campaña y no podrá votar por contagiarse de COVID-19.
Como nadie supera el 15%, en un clima de desafección política ante la crisis sanitaria y económica con hasta un 28% de indecisos, lo único seguro es que habrá segunda vuelta.
“El nivel de indecisión es históricamente alto. Hay mucho descontento de la gente a la que no le convence ningún candidato. Ya no es un fraccionamiento, sino una atomización, porque nadie representa a nadie”, sostuvo la historiadora Natalia Sobrevilla, catedrática de Estudios Hispánicos de la Universidad de Kent.