El Departamento de Estado de Estados Unidos impuso restricciones de visa a 100 miembros de la Asamblea Nacional de Nicaragua y del sistema judicial nicaragüense, incluidos fiscales y jueces, así como a algunos de sus familiares.
EEUU considera que estos funcionarios son responsables o cómplices de socavar la democracia en Nicaragua, además de la represión de protestas pacíficas o el abuso de los derechos humanos.
«Estas revocaciones de visas demuestran que Estados Unidos promoverá la rendición de cuentas no solo de los líderes del régimen, sino también de los funcionarios que permiten los ataques del régimen a la democracia y los derechos humanos. Estados Unidos continuará utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para impulsar la liberación de los presos políticos y apoyar los llamados de los nicaragüenses a una mayor libertad, responsabilidad y elecciones libres y justas«, expresó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.