El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este miércoles una acusación formal contra altos miembros del Cártel de Sinaloa, quienes enfrentarán cargos federales por narcoterrorismo y apoyo material a una organización terrorista extranjera, además de su presunta participación en el tráfico de grandes cantidades de drogas hacia el país.
La acusación sustitutiva, presentada por un gran jurado federal en el Distrito Sur de Illinois, señala que los acusados integraban una red que habría traficado cientos de kilogramos de metanfetamina, fentanilo y cocaína, además de lavar millones de dólares en ganancias ilícitas hacia México.
“El Cártel de Sinaloa depende del narcotráfico para financiar su terrorismo contra el pueblo estadounidense mientras esparce veneno en nuestras comunidades”, afirmó la fiscal general Pamela Bondi, quien calificó el proceso como “un golpe significativo contra la infraestructura de esta organización terrorista” en el marco de la política del presidente Donald Trump de “desmantelar y destruir los carteles”.
Por su parte, el fiscal federal Steven D. Weinhoeft, del Distrito Sur de Illinois, subrayó que la investigación apunta “a los más altos niveles de liderazgo del Cártel de Sinaloa” y demuestra la determinación del gobierno en “usar todas las herramientas posibles para aplastar a este cartel, desmantelar sus operaciones y proteger a nuestras comunidades de su narcoterrorismo”.
La DEA confirmó que la operación permitió la incautación de más de 800 libras de fentanilo y reveló una compleja red de lavado de dinero que movía millones de dólares a través de bancos en EE.UU. “Esto no es una operación de esquina, es un oleoducto cartelizado que inundó el Medio Oeste con drogas”, señaló el administrador Terrance Cole.
El expediente judicial detalla que entre enero de 2020 y julio de 2025, los acusados distribuyeron más de 400 kilos de fentanilo, 80 kilos de metanfetamina y 50 kilos de cocaína. En la última semana, las autoridades arrestaron a 15 de los 26 imputados, en el marco de la operación “Take Back America”, una estrategia nacional para desarticular carteles y organizaciones criminales transnacionales.
El presidente Trump designó formalmente al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (FTO), lo que permite aplicar sanciones adicionales y castigos más severos por narcoterrorismo y apoyo material a grupos terroristas.
La investigación estuvo a cargo de la DEA St. Louis, el Servicio de Impuestos Internos (IRS), Homeland Security Investigations (HSI) y el Servicio Postal de EE.UU. La acusación está siendo llevada por los fiscales federales Karelia Rajagopal, Laura Reppert y Thomas Leggans.