El exjefe de contrainteligencia militar chavista, Hugo «El Pollo» Carvajal, reveló ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón la operación usada por el exsecretario del partido Podemos, Juan Carlos Monedero, para hacer llegar a España el dinero que cobraba en Venezuela.
Según supo el portal OKDIARIO por fuentes del Ministerio Público español, la trama involucraría a un presunto testaferro y a un banco en Suiza.
En los documentos que obran en poder del Juzgado Central de Instrucción número 6 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que se encuentran bajo secreto de sumario, destaca esta información.
Carvajal manifestó que existían varias vías para enviar fondos chavistas al partido de extrema izquierda en España. Una de ella era mediante entregas de dinero en metálico en Venezuela proveniente de la Embajada de Cuba. «Mi informante recogía el dinero en la Embajada de Cuba en Venezuela y lo entregaba a Williams Amaro». Éste era secretario de Nicolás Maduro, «quien lo llevaba al Hotel Meliá Caracas y se lo entregaba a Juan Carlos Monedero«, reveló el militar.
Según el general chavista, en la operación también participaba Ramón Gordils, el representante de Maduro para mantener la relación con Podemos fuera del país.
«Recuerdo un reporte donde me informaron de una entrega de 600.000 dólares a William Amaro, provenientes de la embajada de Cuba en Venezuela. Esta entrega la monitoreé para ubicar el destino de la operación. Efectivamente, Amaro llegó al Hotel Meliá con una maleta en mano, ingresó a la habitación de Juan Carlos Monedero y salió 30 minutos después sin la maleta», especificó.
El Hotel Venetur Alba Caracas también serviría como centro de operaciones para la entrega del dinero.
Una vez que Monedero recibía en Venezuela el dinero, lo «remitían a una tercera persona, que realizaba la función de testaferro». De acuerdo a Carvajal, este supuesto testaferro «traspasaba ese dinero en efectivo a distintas sociedades», ubicadas en un paraíso fiscal de las islas holandesas, que luego lo enviaban a cuentas en un banco con sede en Suiza. Con esta operativa conseguían que el dinero llegase a Europa con un destino final: las arcas del partido morado.