La presidenta del partido Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, aseguró durante su participación en un foro organizado por la UPLA, que no se va conformar con un «acuerdo mediocre» que no ha servido para solucionar la crisis en Venezuela.
«Tristemente sirve para tratar de legitimar a un régimen que se sostiene en el poder, entre otras cosas, por la indiferencia de muchos», puntualizó durante el evento «Estado de Derecho en Latinoamérica: Desafíos y amenazas» , organizado por la red de mujeres UPLA.
Dijo que los regímenes en Latinoamérica, inspirados en el mal llamado socialismo del siglo 21, están acaban con el Estado de Derecho.
«Con mucha vergüenza debemos admitir que el modelo de Chávez ha sido vendido como una especie de cajita feliz, una fórmula que se llevó al resto de la región como mecanismo para sostenerse en el poder a toda costa, y la persecución a la disidencia política es fundamental», reseñó.
Recordó que en el país, pese al acuerdo firmado en Barbados, aún hay 300 prisioneros de consciencia y una gran cantidad de dirigentes políticos sometidos a persecución.
«En el caso de Encuentro Ciudadano tenemos cuatro presos, el más reciente es Nelson Piñero, preso por escribir en sus redes sociales, es un preso del gobernador de Carabobo, Lacava, quien pidió que Nelson fuera detenido por criticarlo» indicó.
Solórzano reiteró que su partido no forma parte del proceso de diálogo con la dictadura, «había un compromiso de liberar los presos políticos y eso no ha ocurrido, liberan a dos o tres y encarcelan a varios más, ayer fue ordenada la detención de un comandante de los bomberos de Miranda por que se atrevió a alzar la voz por las terribles condiciones de trabajo en la que encuentran».
«Creemos firmemente que el socialismo no solo es sinonimo de dictadura, sino también de hambre, destrucción, crisis económica profunda, de ausencia absoluta de servicios públicos y obviamente de violación de derechos humanos», reseñó.
Dijo que para cada prisionero político, para cada perseguido, «a veces la única esperanza que hay es saber que el mundo los está oyendo. No están solos, hay quienes se preocupan por ellos y quienes seguimos luchando por su libertad y que, en mi caso particular, no me voy a conformar con acuerdos mediocres».
Solórzano citó el caso de Oscar Pérez y los héroes del Junquito, «venezolanos que alzaron su voz y fueron masacrados, ajusticiados por el régimen. Esto hay que detenerlo, en la medida que lo logremos evitaremos que este socialismo siga penetrando como una marea maligna en el resto de la región».
«Necesitamos que el mundo presione junto a nosotros para que haya un verdadero proceso de elecciones libres, para que tengamos observación internacional el próximo año», puntualizó.
«Que le quede claro al mundo que el socialismo es muerte, hambre, destrucción, que no solo ahorca la economía de los pueblos produciendo miseria, sino que además es prisión, persecución política y desolación».