La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, urgió este sábado al Congreso de Estados Unidos a desbloquear el paquete de ayuda pendiente a Ucrania, y les avisó que, sin esta aportación económica, «el tiempo juega a favor» del presidente ruso, Vladímir Putin.
Kallas, declarada en busca y captura por Rusia desde este martes por la supuesta destrucción de monumentos soviéticos en Estonia, avisó a Estados Unidos de los «costes» que van a afrontar si acaban optando por una política aislacionista con Ucrania.
Remarcó la necesidad de «detener» a Putin en Ucrania porque si no la historia demuestra que las guerras «se extienden muy rápidamente en Europa», dijo durante una mesa redonda organizada en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).
En el panel también participaron el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el senador estadounidense Pette Ricketts, del Partido Republicano, con quien Kallas se enfrentó en algunos momentos del debate por el bloqueo del Congreso norteamericano al paquete de ayudas a Ucrania.
El Senado estadounidense ya ha aprobado, con los votos de los demócratas y algunos republicanos, un proyecto de ley que, entre otras prioridades, incluye 60.000 millones en ayudas para Ucrania y 14.000 para Israel, aunque todavía sigue congelado porque la Cámara de Representantes aún no ha dado su visto bueno.
«Entiendo que la democracia requiere tiempo, que tenéis debates, pero hay mucho en juego», espetó la primera ministra estonia al senador Ricketts, que es miembro del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta estadounidense.
«Todos tenemos que hacer todo lo posible para detener a Putin. Vimos lo mismo en los años 30, con el aislamiento estadounidense y con lo de no detener al agresor cuando se tenía la oportunidad de hacerlo», añadió Kallas en una alusión al expansionismo nazi previo a la Segunda Guerra Mundial.
La primera ministra estonia pidió «aprender algo de la historia» y destacó que, si la invasión de Ucrania acaba siendo un éxito para Putin, esto puede animar a más actores a «imitar» estos métodos en otras partes del mundo, «generando así una amenaza para la seguridad global».
Con todo, Kallas admitió que los países europeos de la OTAN deben «aumentar el gasto en defensa y hacerlo no sólo mediante promesas políticas, sino también en la vida real».
Defendió, eso sí, que en Estonia ya están invirtiendo más del 3 % de su PIB en defensa, superando así el compromiso del 2 % alcanzado por los países de la OTAN, y animó al resto de socios de la Alianza a que hagan lo mismo. EFE