La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, anunció este miércoles que ha creado y pronto presentará una «plataforma europea» para impedir que el país regrese al pasado.
«He formado una plataforma europea de soluciones comunes que movilizará a Georgia para las elecciones parlamentarias», dijo en rueda de prensa la mandataria en alusión a los comicios del próximo 26 de octubre.
Zurabishvili hizo este anuncio en una comparecencia conjunta con los jefes de las diplomacias de Islandia, Letonia, Lituania y Estonia, que llegaron hoy a Tiflis en visita de trabajo como representantes de la Unión Europea, que criticó duramente la «ley rusa» aprobada la víspera por el Parlamento.
«Esta plataforma nos permitirá ganar las elecciones y poner finalmente a Georgia en el camino de la paz y la estabilidad», aseguró la mandataria, que subrayó su iniciativa busca «salvar el país de regresar al pasado».
Zurabishvili subrayó que «entre el 80 y el 85 por ciento de la sociedad georgiana apoya el futuro europeo (del país), como se puede ver en las protestas contra la ley ‘Sobre la transparencia de la influencia extranjera'».
«Se trata de salvar a Georgia. La aprobación de esta ley es un intento de devolver a Georgia al pasado. Las autoridades no escuchan a su gente, no escuchan los consejos de sus socios occidentales», recalcó.
La presidenta confirmó que vetará la normativa, que la oposición llama «ley rusa» por su similitud con la que se aplica en Rusia para perseguir y acallar a la oposición.
El ministro de Asuntos Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, dijo a su vez que «Georgia está siguiendo un rumbo muy peligroso».
«Nuestro mensaje claro a los representantes de Sueño Georgiano (la formación gobernante) en el Gobierno y el Parlamento es que continuar con este peligroso rumbo conducirá a riesgos y consecuencias graves», advirtió.
El jefe de la diplomacia lituana señaló que la introducción de modificaciones cosméticas a la polémica ley no la acercará más a los estándares europeos.
Según Landsbergis, seguir por esa senda «detendrá a Georgia en su camino hacia la UE y la OTAN, y si esto sucede, toda la responsabilidad recaerá únicamente en las autoridades georgianas».
«Georgia ya ha logrado mucho en el camino de la integración europea y nunca ha estado tan cerca de iniciar negociaciones con la UE sobre su membresía después de recibir el estatus de candidato a la UE en diciembre del año pasado», dijo el ministro lituano, que advirtió de que «todo eso puede perder en un instante».
Al mismo tiempo, aseguró que aún no es tarde para que el Gobierno rectifique, ya que tras el veto presidencial podría retirar la ley.
El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, dijo a su vez que la normativa aprobada ayer por el Parlamento «es un símbolo de la elección entre Rusia y la UE. Rusia ha puesto a todos sus vecinos en un una disyuntiva: estar con ella o ser libre».
«Esperamos ver a Georgia como parte del mundo donde se protegen las libertades y los derechos, y esto cuenta con el apoyo de más del 80 por ciento de la población georgiana», dijo por su parte la jefa de la diplomacia islandesa, Thórdís Gylfadóttir.
En la misma línea se pronunció la ministra de Asuntos Exteriores de Letonia, Baiba Braze, que instó a las autoridades georgianas a «revisar completamente la ley y a adaptarla a criterios que se corresponden con los de un país candidato a la UE».EFE