Fuerzas de seguridad de Estados Unidos y Panamá desarrollaron este miércoles ejercicios en la selva panameña, una actividad enfocada en el «intercambio de conocimientos especializados» y enmarcada en una renovada cooperación conjunta en materia de seguridad y defensa, según explicaron portavoces oficiales.
Los ejercicios conjuntos de EE.UU. y Panamá, que carece de Ejército desde 1990, son frecuentes tras la invasión estadounidense de 1989, más ahora que renovaron en abril pasado la cooperación en este campo mediante un memorando de entendimiento que generó inicialmente cierta polémica en el país centroamericano porque prevé más presencia militar estadounidense temporal y rotativa.
También coinciden con el despliegue militar sin precedentes en el Caribe que lleva a cabo EE.UU. como parte de la guerra que le ha declarado al narcotráfico, con el que vincula al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, por el que ofrece una recompensa de 50 millones de dólares.
Con este nuevo entrenamiento «estamos simplemente enfocados (…) en crear conocimientos mutuos y relaciones mutuas que se enfoquen en experiencias que se puedan transmitir para ambos países, Panamá y Estados Unidos», declaró a los periodistas la coronel estadounidense, Ada Cotton.
Las fuerzas militares estadounidenses, representadas en esta oportunidad por un grupo de infantes de Marina y un efectivo del Ejército, han venido por «invitación del Gobierno de Panamá», que ha establecido «lo que podemos y lo que no podemos hacer», según explicó Cotton.
La actividad se desarrolló en la base del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) Cristóbal Colón, en la provincia de Colón, litoral Caribe, y se enfocó «en supervivencia, tácticas y patrullas», en esta «selva que es única, es preciosa» y representa un lugar de entrenamiento muy desafiante, agregó la portavoz estadounidense.
De acuerdo con la información oficial, en los ejercicios participaron un total de 25 efectivos de ambos países. En el caso de Panamá, eran de agentes de las policías especializadas Senan, Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y de la Policía Nacional.
Se trata de la segunda fase de unos ejercicios de 21 días centrados en «táctica y de rastreo en jungla». La primera parte de estos entrenamientos se realizó en agosto pasado durante siete días y dedicados solo a supervivencia, dijo la coronel estadounidense.
«Vamos a tener otro curso, de noviembre a diciembre, pero todo es con coordinación y a través de la invitación del Gobierno de Panamá», añadió.
El mayor Didier Santa María, comandante de la Infantería del Senan, dijo que estos «entrenamientos fortalecen» las «capacidades tácticas y operativas» de las fuerzas panameñas en su misión de garantizar «la defensa, la protección y a la lucha contra el crimen organizado internacional».
«Nosotros somos una barrera de defensa contra el crimen organizado transnacional. Y por ende, estos tipos de entrenamientos aumentan y fortalecen esas capacidades», sostuvo el comandante panameño.
EFE