El expresidente ecuatoriano Lenín Moreno (2017-2021) solicitó este miércoles unidad, humildad y desprendimiento después de que el actual presidente, el conservador Guillermo Lasso, haya decretado la «muerte cruzada», que implica la disolución de la Asamblea Nacional (Parlamento) y el adelanto de elecciones generales.
En un mensaje en redes sociales, Moreno, que ejerce en Asunción como comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para Asuntos de Discapacidad, aseguró que «es la hora ciudadana» y pidió «cabeza fría» para que no se repita el triunfo electoral del correísmo en las últimas elecciones locales del 5 de febrero.
El expresidente, que se distanció del correísmo al llegar al poder tras haber sido vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), consideró que hay que «entender el momento, privilegiar lo verdaderamente importante: libertad, democracia, institucionalidad, respeto y bienestar ciudadano».
«Para ello se requiere (es condición no opción): unidad, organización, sincronicidad y, sobre todo, humildad y desprendimiento. Lo tenemos claro o repetimos lo de febrero», apostilló.
Moreno también aseveró que «no hay posibilidad de ser equidistantes e imparciales».
«El momento que aparezcan sabremos que están jugando del otro lado. ‘Entre guerreros y leones no existen pactos'», concluyó.
Es la hora ciudadana, cabeza fría, entender el momento, privilegiar lo verdaderamente importante: LIBERTAD, DEMOCRACIA, INSTITUCIONALIDAD, RESPETO, BIENESTAR CIUDADANO. Para ello se requiere (es condición no opción): UNIDAD, ORGANIZACIÓN, SINCRONICIDAD, sobre todo HUMILDAD Y…
— Lenín Moreno (@Lenin) May 17, 2023
Lasso decretó la «muerte cruzada» en medio del juicio político de censura emprendido por la oposición, que tiene mayoría en la Asamblea Nacional y que lo acusa de un supuesto delito de peculado (malversación) en un contrato de transporte marítimo de petróleo.
El presidente recurrió a esta figura contemplada en la Constitución de 2008 ante la incertidumbre de tener los votos suficientes para salvar la moción de censura en el Parlamento que promovieron el correísmo y el conservador Partido Social Cristiano, junto a legisladores del movimiento indígena Pachakutik y de Izquierda Democrática (ID), además de otros independientes.
La oposición lanzó el juicio político en el momento de mayor debilidad de Lasso en sus casi dos años de mandato, después de la dura derrota sufrida en la cita electoral del 5 de febrero, donde el Gobierno perdió un referéndum para aplicar reformas a la Constitución y, a su vez, el correísmo fue el triunfador en los comicios locales.
Sin Asamblea en funciones, Lasso gobernará mediante decretos hasta que asuma su sucesor, que deberá ser elegido en las nuevas elecciones generales que convoque el Consejo Nacional Electoral (CNE). EFE
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