El ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, afirmó que unos 2.000 migrantes irregulares ingresaron a Panamá en las últimas dos semanas a través la peligrosa selva de Darién, frontera natural entre el país y Colombia.
En un comunicado Pino indicó que los migrantes son «extracontinentales y haitianos» y hay «familias enteras con mujeres embarazadas y niños que arriesgan la vida al caminar por la boscosa selva por más de 10 horas».
Pino se encontraba en la provincia de Darién junto con la viceministra de Salud, Ivette Berrío, y el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Oriel Ortega, evaluando la situación, después de que un grupo de migrantes arribaran el miércoles por la noche.
Según el ministro, «llegaron 442 inmigrantes a Bajo Chiquito», la primera parada en Panamá tras cruzar Darién, una de las rutas de migrantorias más peligrosas del mundo, no solo por sus características propias de una selva tropical sino porque allí colindan grupos del crimen organizado como narcotraficantes y guerrillas.
Desde que comenzó el año, unos 7.000 migrantes han pasado por Panamá provenientes de Suramérica y actualmente hay 3.400, señaló Pino, quien atribuyó «este aumento considerable y repentino» a la apertura de fronteras.
EFE