El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo creer que algunos senadores republicanos podrían cambiar de opinión y votar contra Donald Trump en el juicio político que se realiza en la Cámara Alta del Congreso.
“Supongo que algunas posturas pueden cambiar”, comentó este jueves el mandatario, en referencia a los republicanos que, en su mayoría, mantienen un sólido apoyo al líder conservador.
Según explicó en su primera declaración sobre el proceso de «impeachment», no ha seguido en vivo las presentaciones de los congresistas demócratas, que este jueves seguirán su presentación antes del turno de la defensa, los abogados de Trump.
Para lograr una condena contra Trump, los demócratas deben convencer a 17 senadores republicanos de que el exmandatario es culpable del cargo de incitación a la insurrección, algo que por el momento parece improbable.
Las imágenes
El miércoles, la acusación presentó crudas imágenes de la toma del Capitolio, para ilustrar la desesperación de los oficiales que intentaron controlar la turba y el terror vivido por los congresistas. Los videos de las cámaras de seguridad del Capitolio muestran lo cerca que estuvieron los asaltantes de llegar a donde estaban el entonces vicepresidente, Mike Pence, y muchos senadores y representantes, a los cuales la turba amenazó mientras avanzaba.
“¡Él incitó a la turba contra su propio vicepresidente!”, afirmó el representante demócrata Joaquín Castro, mostrando un tuit de Trump que coincide con la hora del asalto en el que el ex mandatario critica a Pence.
La senadora republicana Lisa Murkowski afirmó que la evidencia presentada hasta ahora parece bastante “inculpatoria”. Sin embargo, se trata de crítica habitual de Trump y una integrante de los seis congresistas que ya han votado junto a los 50 demócratas en este proceso. No se conocen nuevas deserciones de las filas que apoyan al magnate republicano, quien permanece en silencio.
La defensa de Trump
No obstante, los abogados defensores del ex presidente, que presentarán sus argumentos más adelante esta semana, aseguran que Trump no puede ser culpado personalmente por lo ocurrido y que el juicio es inconstitucional porque ya no está ejerciendo el cargo, algo que el Senado ya descartó en una votación en la que seis republicanos se sumaron a las filas demócratas.
En la segunda jornada del proceso, los legisladores demócratas que actúan como fiscales acusaron también a Trump de regocijarse con la violencia perpetrada por sus simpatizantes, argumentando que esto fue la culminación de meses de estrategia para desacreditar el proceso electoral.
Después de atizar a sus partidarios, Trump “renunció a su rol de comandante en jefe y se convirtió en el incitador en jefe de una peligrosa insurrección”, afirmó el legislador demócrata Jamie Raskin, que funge como líder de los fiscales en el proceso en el Senado.
Trump -que está en Florida tras dejar la Casa Blanca- no comparecerá en el proceso y se ha mantenido en silencio. Además, es probable que sus abogados le hayan pedido que se mantenga al margen para evitar que algunos republicanos se vuelvan en su contra.
Pero reportes de prensa apuntaron a que el ex mandatario se mostró furioso con su entorno el martes durante la apertura del proceso por lo que él mismo consideró una deslucida actuación de sus propios abogados.
Incluso, aliados del líder republicano criticaron la desordenada presentación de la defensa, que tuvo varias incoherencias y no se refirió al punto central del debate.
AFP