Al menos ocho civiles murieron este miércoles a manos de las fuerzas de seguridad birmanas que dispararon munición real contra las manifestantes que protestaban contra la junta militar en la provincia central de Sagaing.
Entre los muertos se encuentran siete manifestantes y una transeúnte que no participaba en la protesta en la localidad de Kale, informó el portal de noticias Myanmar Now.
A pesar de la brutal represión de la junta militar, que se ha cobrado la vida de al menos 580 personas desde el 1 de febrero, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) de Myanmar, las protestas continúan desafiando al mando castrense a lo largo del país.
Además de Sagaing, durante este miércoles centenares de personas también salieron a las calles de Mandalay, la segunda ciudad más poblada del país, como parte del movimiento de desobediencia civil que pone en jaque el funcionamiento de la Administración.
Infobae