Australia, Ucrania, Kosovo, Nueva Zelanda, Bosnia y Herzegovina, así como también Macedonia del Norte, se sumaron a la declaración conjunta de más de 20 países que piden respeto a la voluntad del pueblo venezolano y que cese la represión tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Expresamos nuestra profunda condena a la represión de los manifestantes y la violencia que ha cobrado la vida de muchos venezolanos en el contexto postelectoral. Hacemos un llamado urgente a las autoridades venezolanas para que pongan fin a la violencia y liberen a todos los que han sido detenidos, incluidos los representantes de la oposición«, señala el comunicado de fecha 29 de agosto de 2024 y publicado en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda.
Agrega el escrito que solicitan «la publicación inmediata de todos los registros originales y la verificación imparcial e independiente de esos resultados, preferiblemente por una entidad internacional, para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas».
«Además, solicitamos el regreso inmediato de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela, y llamamos a Venezuela a garantizar las condiciones necesarias para que pueda cumplir plenamente su mandato», solicitan al régimen de Nicolás Maduro.
También hacen referencia al cumplimiento «con la emisión del salvoconducto que permitirá a los seis solicitantes de asilo que actualmente residen en la residencia oficial de la República Argentina, salir con seguridad del territorio venezolano«.
A continuación, el comunicado completo:
Los países abajo firmantes, reunidos en Santo Domingo de Guzmán, hacen un enérgico llamamiento a la sabiduría y la moderación en Venezuela. En esta coyuntura decisiva para Venezuela y la región, todos los actores sociales y políticos deben ejercer la máxima moderación en sus acciones públicas.
La aceptación y el respeto por la dignidad y la integridad de todas las personas son los principios esenciales sobre los que se construye la coexistencia pacífica en nuestras sociedades. Instamos al respeto de los principios democráticos, así como de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los venezolanos, particularmente la libertad de reunión pacífica y la libertad de expresión. Nos preocupa que esta realidad actualmente no existe en Venezuela. Los informes de detenciones arbitrarias de venezolanos sin el debido proceso son alarmantes y por ello pedimos urgentemente su liberación inmediata.
Expresamos nuestra profunda condena a la represión de los manifestantes y la violencia que ha cobrado la vida de muchos venezolanos en el contexto postelectoral. Hacemos un llamado urgente a las autoridades venezolanas para que pongan fin a la violencia y liberen a todos los que han sido detenidos, incluidos los representantes de la oposición.
Además, solicitamos el regreso inmediato de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela, y llamamos a Venezuela a garantizar las condiciones necesarias para que pueda cumplir plenamente su mandato.
Además, hacemos un llamado a Venezuela, como Estado parte de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, a cumplir con su disposición emitiendo el salvoconducto que permitirá a los seis solicitantes de asilo que actualmente residen en la residencia oficial de la República Argentina, salir con seguridad del territorio venezolano.
Tomamos nota del informe preliminar del Panel de Expertos de las Naciones Unidas sobre las elecciones presidenciales en Venezuela que indica que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela aún no ha presentado las actas electorales que fundamenten la validez de los resultados anunciados el 2 de agosto. Cabe señalar también que se ha publicado una versión digital de más del 80% de las actas electorales, lo que arroja un resultado diferente al informado por el CNE.
En consecuencia, solicitamos la publicación inmediata de todos los registros originales y la verificación imparcial e independiente de esos resultados, preferiblemente por una entidad internacional, para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas. Cualquier retraso en este proceso pone en duda la proclamación oficial del 2 de agosto de 2024.
Nuestras naciones han hecho anteriormente un llamamiento al diálogo y las negociaciones pacíficas para resolver conflictos graves. Ahora más que nunca, Venezuela debe honrar ese legado para restablecer la convivencia pacífica, la seguridad pública y la estabilidad política, que según relatos de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se ven amenazadas por las autoridades de seguridad venezolanas.
La situación actual exige un diálogo amplio, inclusivo y de buena fe para facilitar un acuerdo político que fomente la reconciliación nacional, la paz, la seguridad pública y la democracia en Venezuela.
Estamos comprometidos a apoyar todos los esfuerzos en esta dirección y a abogar siempre por una solución genuinamente venezolana en la que prevalezcan la democracia, la justicia, la paz y la seguridad.
Los países firmantes:
- Argentina
- Australia
- Bosnia y Herzegovina
- Canadá
- Chile
- Costa Rica
- República Checa
- República Dominicana
- Ecuador
- El Salvador
- Reino de España
- Georgia
- Guatemala
- Guyana
- Italia
- Kosovo
- Reino de Marruecos
- Reino de Países Bajos
- Nueva Zelanda
- Macedonia del Norte
- Panamá
- Paraguay
- Perú
- Portugal
- Suriname
- Uruguay
- El Reino Unido
- Estados Unidos
- Ucrania
- Unión Europea
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