El Gobierno de Javier Milei obtuvo este viernes la aprobación en general de su ‘ley ómnibus’ y comienza una negociación frenética para la votación de los artículos, entre ellos facultades extraordinarias y privatización de empresas públicas, el martes próximo.
La ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, proyecto estrella de Milei para desregular la economía y reducir el peso del Estado, fue aprobada en general en la Cámara Baja por 144 a favor y 109 en contra, después de unas 30 horas de debate.
Milei celebró el «voto positivo» de los diputados, a quienes, dijo, la «historia recordará con honor» porque «comprendieron el momento histórico y eligieron terminar con los privilegios de la casta y la república corporativa» y agregó que espera «la misma grandeza» en la votación en particular.
Está convocada para el próximo martes a las 14:00 hora local (17:00 GMT), un tratamiento que puede ser largo por la cantidad de artículos, aunque el proyecto fue recortado a 382 sobre los 664 originales; luego debe pasar al Senado para su sanción definitiva.
«(Vamos a) seguir dialogando para que otros diputados que hoy no nos acompañaron nos acompañen», dijo el jefe del bloque oficialista La Libertad Avanza, Oscar Zago, a la prensa una vez levantada la sesión, y advirtió de que Milei, quien asumió el 10 de diciembre, «no es el dueño de todos los males», por la frágil situación que vive el país, por lo que les pidió que «empiecen a reflexionar».
Zago dijo que en la votación de este viernes se aprobaron ocho facultades delegadas y 27 empresas confirmadas para privatizar, después de las modificaciones que concedió el Ejecutivo, que incluye la eliminación del capítulo fiscal para lograr un proyecto de consenso y destrabar la votación.
El diputado oficialista expresó su deseo de que al final del martes pueda aprobarse la ley en Diputados para girarla al Senado y que el otro fin de semana ya esté sancionada, pero otros diputados dudan de esa celeridad.
El partido del presidente Milei sólo tiene 38 diputados (y 7 senadores) y recibió este viernes el respaldo de Propuesta Republicana (Pro, centroderecha) -la formación del expresidente argentino, Mauricio Macri-, parte de la Unión Cívica Radical (UCR, centro) y la mayoría de integrantes de Hacemos Coalición Federal.
Votaron en contra del proyecto el bloque peronista Unión por la Patria (UxP), la izquierda y algunos diputados de formaciones provinciales, además de dos de la UCR.
Debate largo
El presidente del bloque de UxP, Germán Martínez, insistió ante la prensa en que «nunca se vio un tratamiento parlamentario tan anómalo» por la cantidad de artículos que se negociaron a último momento, y denunció el receso hasta el martes porque, dijo, el oficialismo está «ganando tiempo para conseguir los votos que en particular no tienen».
Milei agradeció la colaboración del jefe de la bancada de la UCR, Rodrigo de Loredo, quien tras la sesión reconoció que está en discusión la coparticipación del impuesto País (sobre las operaciones cambiarias) y un pacto fiscal con la provincias y cómo se llevará adelante el proceso privatizador de las empresas públicas.
El libertario se comprometió a lograr el equilibrio fiscal este año y retiró el paquete de aumento de impuestos que contenía la ley, por lo que las provincias buscan evitar los recortes a las transferencias con las que ya amenazó el Ejecutivo.
El otro agradecimiento fue a Miguel Angel Pichettto (líder del bloque Hacemos Coalición Federal), quien en el recinto resaltó que el corazón de la ley es la declaración de emergencia económica, la delegación de facultades legislativas al presidente y el proceso de privatización, y para el martes reconoció que su bloque tiene opiniones diversas.
Milei también resaltó la colaboración de Cristian Ritondo, presidente del bloque del Pro, quien aclaró en el recinto que no cogobiernan, sino que estaban dando al Ejecutivo «una caja de herramientas para que pueda solucionar los problemas que creó un populismo berreta (de mala calidad)».
Calle caliente
El largo debate en el recinto fue acompañado por manifestaciones de militantes de izquierda en las inmediaciones del Congreso -en medio de una ola de calor extrema- que se encontraron con una dura respuesta por parte del Ministerio de Seguridad para defender el Congreso y la libre circulación en las calles.
Tras la aprobación de la ley, los manifestantes desafiaron el protocolo de seguridad al grito «Que se vayan todos».
Durante tres días se repitió la tensión entre manifestantes y agentes de seguridad, que actuaron siguiendo las estrictas indicaciones del protocolo de seguridad implantado por el Gobierno de Milei, deteniendo personas y empleando balas de goma, camiones hidrantes y gas pimienta para reprimir.
EFE / Verónica Dalto