La alianza entre el régimen de Nicolás Maduro y Vladimir Putin va más allá de los acuerdos militares, armamentísticos y la explotación de pozos petroleros, si no que más bien abarca; en un esfuerzo mancomunado, la propaganda de desinformación, denunciaron las Organizaciones No Gubernamentales, Transparencia Venezuela, Probox, Cazadores de Fake News y Es Paja.
En su más reciente informe, «Rusia y Venezuela, aliados para desinformar», documentaron como desde el 2009, ambos regímenes se han ido entrelazando para censurar y perseguir a quienes intenten contar una versión distinta a la «oficial».
La más reciente de ellas es la Guerra en Ucrania, donde el canal del Estado, usó términos como «misión especial” en lugar de “invasión”, estigmatizando al gobierno ucraniano.
«VTV, no solo ha replicado los contenidos rusos, además acoge las narrativas en sus noticieros y programas informativos, de esta forma estigmatiza a las naciones con democracias liberales y cuyos gobiernos no se consideren aliados, pero sobre todo atacan al principal enemigo común: Estados Unidos, al que presentan como nación imperialista, de corte racista, explotadora de las naciones más pobres, mientras Rusia y sus aliados, formarían parte de las fuerzas progresistas que abogarían por los derechos de las clases trabajadoras.»
Ejemplo de ello, fueron las declaraciones del ministro de Información del régimen de Maduro, Freddy Ñanes, el 24 de febrero de 2022, día que Rusia inició la Guerra en Ucrania.
Ñanes, publicó en su cuenta de Twitter @luchaalmada 22n una serie de mensajes sobre la operación militar, afirmando: «esta operación militar no representa ninguna amenaza para la población civil de ese país», denuncia el informe.
Ese mismo día, el portal español El País reportó que «las bajas civiles (en Ucrania) llegan a la treintena, según datos de la agencia Efe: cuatro civiles han muerto en un ataque en la región de Donetsk y al menos 22 en un ataque aéreo ruso perpetrado en la región de Odesa, a orillas del mar Negro»
Importancia de la inversión tecnológica
El régimen de Maduro conoce la importancia de Internet para el relacionamiento y desarrollo de los ciudadanos. «Por ello ha desplegado durante años mecanismos de control y/o contaminación de la información en línea, logrando influir y hasta alterar de forma inorgánica en la conversación en redes sociales.» basados en el estilo ruso, de censura y limitaciones.
Como consecuencia de esto «cada vez invierte menos recursos en mejoras, ampliaciones de desarrollo tecnológico e incluso mantenimiento a las plataformas que prestan servicio de Internet en el país. “No te quité el internet, es que hay mala conexión”es parte del diseño estatal. Así como también la censura “parcial” de Internet que se aplica principalmente páginas web de medios independientes u organizaciones en defensa de los Derechos Humanos. “No te bloqueo ver todo todo, solo evito que accedas a lo que yo no quiero que veas”.
«No es casualidad o coincidencia la inversión en recursos económicos y tecnológicos, estrategias y la cantidad de esfuerzos por parte de gobiernos autoritarios por controlar y dominar la conversación que se genera en redes sociales; a través de la manipulación y contaminación de la conversación en redes sociales no solo se intenta esconder la realidad denunciada por los ciudadanos en el único espacio todavía medianamente disponible para ello, sino que también se utiliza para reforzar e imponer versiones alteradas sobre hechos internacionales (como la “desnazificación” de Rusia a Ucrania como la versión oficial por ejemplo), pretendiendo ocultar a realidad incómoda para los aliados en el Kremlin.» concluyeron.