El régimen de Maduro tildó de mentiras y «acusaciones infundadas» las declaraciones de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU emitidas este miércoles, en las que se indicó que se está reactivando «la modalidad más violenta de represión» con detenciones a opositores acusados de supuestas conspiraciones.
A través de un comunicado, el Ejecutivo venezolano rechazó, «de manera contundente», las declaraciones «emitidas por la falsa y vergonzosa» misión en la presentación de un nuevo informe, con lo que, según Caracas, el mundo «ha sido testigo hoy de una de las páginas más vergonzosas en materia de derechos humanos».
El régimen acusó a la misión de emitir «juicios parcializados con fines meramente políticos» y de ser «cómplice de sectores extremistas que han promovido sanciones inhumanas a Venezuela» y que, «reiteradamente, han exhibido planes de asesinar» al mandatario Nicolás Maduro y «causar caos y destrucción a su pueblo».
«Venezuela no acepta ni aceptará ninguna medida que se desprenda de este adefesio, presentado ante un Consejo que nada ha hecho por detener el genocidio al pueblo palestino», señaló el comunicado publicado por el canciller chavista Yván Gil.
Este miércoles, la presidenta de la misión, la portuguesa Marta Valiñas, dijo, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que las autoridades venezolanas «invocan conspiraciones reales o ficticias para amedrentar, detener y procesar a personas opositoras o críticas del Gobierno», y señaló que se ha pasado a un periodo más violento para «silenciar las voces» del antichavismo «a cualquier precio».
Con información de EFE
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