En su más reciente informe, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU identificó con nombre y apellido a siete funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), señalados de ser responsables por las torturas que allí se aplican como parte de la “maquinaria” creada por Nicolás Maduro para reprimir sistemáticamente a la disidencia.
Los funcionario identificados son: Rafael Antonio Franco Quintero, Hannover Esteban Guerrero Mijares, Alexander Enrique Granko Arteaga, Iván Rafael Hernández Dala, Ronny González Montesinos, Carlos Alberto Calderón Chirinos y Gustavo Enrique González López.
Además, la Misión de la ONU también identificó a otros cuatro funcionarios, dos de la DGCIM y dos del SEBIN, pero que decidió “anonimizar” y reservar sus nombres “debido a las preocupaciones particulares de seguridad, incluido el riesgo de represalias contra las víctimas, los miembros de la familia y otros”.
¿Quién es Carlos Alberto Calderón Chirinos?
Carlos Alberto Calderón Chirinos nació en Venezuela el 3 de julio de 1970. Es un funcionario del SEBIN de larga trayectoria, ya que ha trabajado al menos desde 2007 en la antigua DISIP, el organismo de inteligencia que luego pasó a llamarse SEBIN.
Se desempeñó como Comisario General, Director de la Dirección de Investigaciones Estratégicas y Director de El Helicoide entre 2014 y octubre de 2018, cuando el entonces director del SEBIN, Gustavo González López, fue desplazado del cargo y en su lugar asumió el general Manuel Cristopher Figuera, quien destituyó a Calderón Chirinos debido a un gran número de denuncias de maltrato y tortura de detenidos en El Helicoide.
Sin embargo, cuando Cristopher Figuera se va al exilio el 30 de abril de 2019, tras sumarse a la Operación Libertad que lideraba Juan Guaidó, González López vuelve al SEBIN y con él también regresa Calderón Chirinos hasta 2020. Actualmente se estaría desempeñando como funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Durante su gestión en la Dirección de Investigaciones Estratégicas, Calderón Chirinos tenía autoridad y responsabilidad de jure y de facto en el SEBIN y en El Helicoide.
El «policía malo» que ordenaba las torturas
Desde 2014 hasta su destitución por Figuera en 2018, Calderón Chirinos era percibido como «el jefe», intimidaba a los detenidos señalando que lo sabía todo y que era él quien daba las órdenes en El Helicoide, reseñó la ONU citando a testigos.
Calderón Chirinos desempeñaba el papel de «policía malo». Se lo percibía como el que dirigía todas las operaciones en El Helicoide, incluidas las salidas y los traslados de los detenidos y detenidas a clínicas y hospitales, explicaron.
Este funcionario entraba con frecuencia en la zona de celdas donde se encontraban las detenidas y los detenidos y estaba presente regularmente cerca de los lugares de El Helicoide donde se realizaban actos de tortura, violencia sexual y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
En ocasiones, Calderón Chirinos participaba en los interrogatorios de las detenidas y los detenidos, y daba instrucciones directas a Ronny González Montesinos, el número dos en el centro de detención.
González Montesinos es acusado de haber perpetrado actos de tortura y malos tratos dentro y fuera de El Helicoide mientras trabajaban bajo la supervisión de Calderón Chirinos.
«Calderón Chirinos dio órdenes explícitas a sus subordinados de torturar a los detenidos. Tanto Calderón Chirinos como Gustavo González López dieron tales órdenes directamente, indicando a sus subordinados que debían extraer información de los detenidos a cualquier costo. Esto llevó a los agentes a aplicar actos de tortura, tales como poner una bolsa en la cabeza de las víctimas y dar descargas eléctricas en el cuerpo de los detenidos, incluyendo sus genitales, para extraer información», señala el informe citando a un exfuncionario del SEBIN.
Un exdetenido en El Helicoide en 2014 le indicó a la Misión que una noche lo llevaron a una habitación para interrogarlo. Escuchó cómo Calderón Chirinos daba órdenes a González Montesinos de agarrar al detenido, ahorcarlo, aplicarle electroshocks y ponerle una bolsa en la cabeza hasta que respondiera a sus preguntas. Aunque los agentes no llevaron a cabo las amenazas físicas, la tortura psicológica incitó al detenido a responder las preguntas.
Otro detenido afirmó que el propio Calderón Chirinos interrogaba a los detenidos con preguntas de carácter político, ajenas a los supuestos delitos por los que fueron detenidos. Este interrogatorio tuvo lugar durante un período de casi dos semanas en el que el detenido estuvo totalmente incomunicado, sin ser llevado ante un juez y tras haber sido detenido sin orden judicial.
Un exfuncionario del SEBIN dijo a la Misión que, en 2014, durante las protestas antigubernamentales entre febrero y mayo, Calderón Chirinos seleccionaba a los «guarimberos», ordenaba su detención y los enviaba a El Helicoide para ser interrogados y torturados.
En ocasiones, Calderón Chirinos participaba directamente en los malos tratos. Los esposaba y les ponía las manos en la espalda, para luego levantarlos e infringirles fuertes dolores. También les ponía una bolsa de plástico en la cabeza o les echaba agua para asfixiarlos. A continuación, los golpeaba para obtener información. Además, les daba descargas eléctricas con dispositivos de bolsillo cargados.
Testigos relataron que Calderón Chirinos se comportaba de forma violenta con los funcionarios del SEBIN que se negaban a ejecutar estas prácticas, dándoles patadas en el suelo si no cumplían.
Al menos desde 2014 hasta 2019, este tipo de tortura no solo se llevó a cabo dentro de El Helicoide, sino también en casas de seguridad clandestinas, donde los detenidos eran interrogados y torturados antes de ser llevados de vuelta a El Helicoide.
Detenciones arbitrarias y espionaje
Calderón Chirinos también es acusado de haber mantenido detenidas arbitrariamente a disidentes del régimen, incumpliendo, incluso, con órdenes de tribunales para su excarcelación.
«Los jueces enviaron órdenes directamente a Calderón Chirinos como Director de Investigaciones Estratégicas, ya sea solicitando que los detenidos fueran trasladados al tribunal u ordenando su liberación, o informándole que los individuos debían ser retenidos hasta que sus garantes pagaran la fianza. Algunas de estas comunicaciones fueron recibidas oficialmente por funcionarios adscritos a la Dirección de Investigaciones Estratégicas, mientras que otras fueron rechazadas con la justificación de que los funcionarios habían recibido órdenes superiores de no aceptar ninguna comunicación de este tipo«, detalló la Misión en su informe.
Calderón Chirinos también es señalado de haber sido responsable por la detención de personas acusadas de «delitos de odio» en el contexto de manifestaciones.
También, bajo la dirección de Calderón Chirinos, funcionarios de la Dirección de Investigaciones Estratégicas del SEBIN llevaron a cabo vigilancia e investigaciones sobre personas con presunta afiliación a la oposición, incluidas las pertenecientes a ONG y organizaciones sociales, y elaboraron informes en los que recomendaban «neutralizar» a los participantes en grupos políticos de la oposición.
Sanciones internacionales:
Calderón Chirinos ha sido objeto de las siguientes sanciones internacionales debido a su papel en la perpetración de violaciones de los derechos humanos, incluida la tortura, el uso de fuerza excesiva y el maltrato de los detenidos en las instalaciones del SEBIN, y en particular por participar y ser responsable de actos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes de los detenidos en El Helicoide, todas las cuales siguen vigentes hasta el momento:
- Unión Europea: congelación de fondos y recursos financieros, prohibición de viajar (12 de noviembre de 2020)
- Reino Unido: congelación de fondos y recursos financieros, prohibición de viajar (31 de diciembre de 2020)
- Estados Unidos: congelación de activos bajo jurisdicción estadounidense y prohibición de la participación financiera de los estadounidenses (5 de noviembre de 2019).