El régimen de Nicolás Maduro ha recibido el mayor golpe: el empresario colombiano Álex Saab, señalado de ser testaferro del mandatario chavista, fue extraditado a Estados Unidos.
Maduro no ha podido ocultar el impacto de esta acción. En transmisión por VTV confesó sentirse triste y dolido, y anunció que seguirá la «lucha» para intentar liberar al barranquillero.
y como parte de esa «lucha» también incorporó el elemento místico y divino. El dictador encomendó a Álex Saab «a las manos de Dios», y pidió que caiga su «ira» sobre «el imperio».
«Encomiendo a Álex Saab en las manos de Dios, y habrá justicia porque habrá verdad», dijo, para luego leer un versículo del Antiguo Testamento de la Biblia.
«Jeremías 21:12 dice: Casa de David, así dijo Jehová, haced de mañana juicio y librad al oprimido de la mano del opresor, para que mi ira no salga como fuego y se encienda y no halla quien la apague por la maldad de vuestras obras. Palabra de Dios. ¡La ira de Dios caiga sobre estos imperios y halla justicia sobre el oprimido», imploró.