El coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, destacó este jueves las torturas perpetradas por el régimen de Nicolás Maduro en contra de la disidencia en Venezuela, que fueron documentadas por la Misión Internacional Independiente de la ONU.
En un artículo publicado en el diario español El Mundo, López explicó que en Venezuela se ejecuta «un conjunto de prácticas, a una operación orgánica que consiste en elegir víctimas, entre dirigentes sociales, políticos o simples transeúntes; irrumpir en sus hogares en la horas de sueño más profundo –la madrugada–; robar los bienes de la familia, con frecuencia personas muy pobres; secuestrarlas y desaparecerlas por días, semanas o meses; a veces, las conducen a una de las 17 casas clandestinas de tortura que, hasta la fecha, han podido registrarse; otras, las llevan directamente a la sede del organismo –por ejemplo, a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)–; allí las someten en sótanos y lugares infectos, donde comienza el martirio: sesiones incesantes de tortura».
El ex prisionero político describió que «algunos de esos sótanos son guaridas de ratas, cucarachas y otras alimañas, espacios nauseabundos por los que circulan aguas negras».
Resaltó que la persecución del régimen no queda allí, sino que también «acosa a las familias de los presos políticos. Les niega el derecho a la información. Les impide visitarlos. Las amenaza: les prohíbe hablar con periodistas o defensores de los derechos humanos. Les extorsiona: dinero a cambio de entregarles un medicamento o de permitirles la visita. Se exigen favores sexuales para reducir el sufrimiento corporal de las víctimas».
López sostuvo que «la tortura en Venezuela no es un fenómeno aislado, coto exclusivo de militares y funcionarios policiales, sino una operación orgánica, en la que interviene un elevado número de funcionarios e instituciones».
Por ello, el dirigente político destacó que en el informe de la Misión de la ONU «no hay especulaciones ni conclusiones emitidas a priori. Lo que está en el trasfondo del documento es la voz de las víctimas, de sus familiares y abogados. Los hechos narrados han ocurrido y siguen ocurriendo».
«El informe demuestra que la tortura en Venezuela es una política de Estado. Esto es esencial: las violaciones a los derechos humanos se realizan con un insólito despliegue de recursos», puntualizó, resaltando que la tortura se origina en el más alto nivel del régimen, encabezado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Tarek El Aissami y Delcy Rodríguez. «Son ellos los que deciden a quiénes hay que «sacar de circulación y castigar»».
Por último, Leopoldo López denunció la impunidad sobre estas graves violaciones a los derechos humanos. «Los torturadores denunciados siguen en sus cargos. Las operaciones de tortura se mantienen invictas. Nada se investiga. La impunidad se perpetúa. El negocio sigue. La sociedad venezolana continúa sometida a un estatuto de terror«, manifestó.