Human Rights Watch (HRW) advirtió este lunes que decenas de presos políticos en Venezuela llevan «semanas, meses y, en algunos casos, más de un año» detenidos en «régimen de incomunicación», por lo que pidió a los Gobiernos extranjeros hacer esfuerzos para lograr la liberación de estas personas.
«Los casos de presos políticos aislados completamente de sus familias y abogados son un ejemplo desgarrador de la brutalidad de la represión en Venezuela», afirmó la directora de la División de las Américas de HRW, Juanita Goebertus, citada en una nota de prensa.
En su opinión, los Gobiernos extranjeros «no deben escatimar esfuerzos diplomáticos para garantizar la liberación de estos detenidos».
HRW, junto al Comité por la Libertad de los Presos Políticos en Venezuela (CLIPPVE), dijo haber documentado 19 casos de detención en «régimen de incomunicación».
Las organizaciones, de acuerdo a la nota de prensa, entrevistaron a los familiares de los detenidos y revisaron documentos y solicitudes presentadas por las familias y sus abogados ante las autoridades venezolanas para pedir derechos de visita, «todas ellas sin respuesta».
En la mayoría de los casos documentados, prosiguió, las personas detenidas tenían vínculos con partidos políticos de la oposición venezolana y «se les ha impedido recibir visitas o realizar llamadas telefónicas desde el día de su detención».
De igual forma, «en muchos casos, las autoridades negaron de forma reiterada la detención de personas que efectivamente estaban presas o se negaron a proporcionar información sobre su paradero, lo que equivale a desapariciones forzadas según el derecho internacional», detalló HRW.
Asimismo, detalló que muchas familias lograron conocer el paradero de sus seres queridos «sólo a través de pistas extraoficiales, cuando los guardias del centro de detención aceptaban recibir sus pertenencias personales, o mediante llamadas de los defensores públicos, al menos varios días después de la detención».
«Incluso cuando las familias lograron conocer el paradero de los detenidos, se les negó sistemáticamente el derecho a visitarlos. Muchos familiares afirmaron que la única prueba que tienen de que sus familiares siguen vivos son la ropa sucia y las notas escritas de puño y letra por los detenidos que reciben en la cárcel», indicó la organización.
Con información de EFE