La delegación del régimen de Nicolás Maduro llegó este martes a Barbados para retomar el proceso de negociación con la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), luego de 11 meses en suspenso, para una sesión en la que se espera la firma de un nuevo acuerdo.
El jefe del Parlamento, Jorge Rodríguez, encabeza el grupo negociador del Ejecutivo, en el que también participan el ministro de Trabajo, Francisco Torrealba; el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos, Larry Devoe, y el diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo de Nicolás Maduro.
La delegación, que aterrizó en la ciudad de Bidgetown, también está integrada, entre otros, por Camila Fabri, la esposa de presunto testaferro de Maduro, Alex Saab, preso en Estados Unidos, a quien el régimen reclama como diplomático.
Maduro aseguró el lunes que su Gobierno suscribirá «acuerdos beneficiosos» con la oposición para el establecimiento de garantías en las elecciones presidenciales de 2024.
Explicó que se trata de «garantías legales y tecnológicas», entre las que mencionó auditorías y el uso de máquinas captahuellas «más otras garantías, siempre en el marco estricto de la ley, la Constitución y las decisiones de las instituciones venezolanas».
Consultado sobre las reseñas de algunos medios estadounidenses, según las cuales las negociaciones incluyen el alivio de las sanciones internacionales impuestas a Venezuela y el levantamiento de inhabilitaciones políticas contra opositores que no pueden ejercer cargos públicos en el país caribeño, consideró que se trata de «mentiras» y «manipulaciones».
La mesa de diálogo tuvo tres rondas en México, la última en noviembre de 2022, cuando las partes firmaron un acuerdo, cuyo objetivo era la recuperación de recursos del Estado bloqueados en el sistema financiero internacional, pero los diálogos volvieron a congelarse hasta ahora, sin que se haya materializado lo pactado el año pasado.
EFE