El representante diplomático de la Asamblea Nacional ante Colombia, Eduardo Battistini, aseguró este lunes que la ausencia de Nicolás Maduro en la frontera entre Venezuela y Colombia, «demuestra que no tiene el control de los grupos irregulares».
En un comunicado Battistini, resaltó que la falta del líder chavista en las ceremonias de reapertura fue muy significativa, «porque demuestra que no tiene control sobre los grupos irregulares a quienes les entregó el control de nuestro territorio, y esto, sin duda, pone en riesgo la paz total de Colombia y el buen funcionamiento de la dinámica fronteriza.»
Además recordó que fue Maduro quien cerró la frontera con Colombia y en el 2019 expulsó a los diplomáticos colombianos de Venezuela.
Por otra parte, enfatizó «existen más dudas que certezas» en el restablecimiento de las relaciones, debido a la ausencia de instituciones y de legalidad, al señalar que en el país «no hay hay democracia, todo negocio con el Estado venezolano o particulares, requiere el acatamiento del marco jurídico, especialmente las normas internacionales contra lavado de activos que no se cumplen en Venezuela».
Sin embargo, espera que la población fronteriza ambos lados impacten en su economía familiar, en su calidad de vida y en sus derechos humanos positivamente.
Comunicado completo:
Hoy vimos un acto en la frontera que genera expectativas positivas para la población fronteriza de ambos países, para los gremios económicos y algunos sectores políticos.
El principal enfoque dado a esta reapertura es el económico, pero en este eje hoy existen más dudas que certezas. Lo primero que hay que contextualizar es que en Venezuela no hay democracia, todo negocio con el Estado venezolano o particulares, requiere el acatamiento del marco jurídico, especialmente las normas internacionales contra lavado de activos que no se cumplen en Venezuela y colocarían en grave riesgo tanto a empresarios colombianos como al Estado.
Una de las principales características de estos regímenes es la ausencia de instituciones y de legalidad. Venezuela en el año 2006 se retiró del mecanismo multilateral de la Comunidad Andina de Naciones por decisión de Hugo Chávez, mecanismo que, entre otros temas, regula todo lo referente a las normas de transporte internacional, elemento fundamental para el comercio entre países miembros. La seguridad jurídica, reglas claras y respeto al estado de derecho son fundamentales para garantizar que esta reapertura sea beneficiosa.
Lo que todos deseamos es que los primeros beneficiarios de esta medida sean los ciudadanos que habitan en la frontera de ambos lados, y que esos beneficios impacten en su economía familiar, en su calidad de vida y en sus derechos humanos. Sobre este particular hay que indicar que no es cierto que las mafias y los grupos criminales que hoy hacen de la frontera su negocio más lucrativo, simplemente desaparecerán por una reapertura fronteriza, esto debe ir acompañado de una política de seguridad que los pueda hacer pagar ante la justicia. En Venezuela, donde principalmente se desarrollan estas actividades al margen de la ley, existe una complicidad e impunidad absoluta por parte del régimen con estos grupos, incluso, gracias al régimen hoy son mas fuertes. Para que exista respeto y garantía plena de Derechos Humanos en la zona fronteriza, debe haber una exigencia formal al régimen sobre este particular, porque sino los esfuerzos del gobierno de Colombia estarían diluyéndose, y la buena fe en esta reapertura que ha mostrado el Presidente Gustavo Petro, timada.
Es importante destacar que la ausencia de Nicolás Maduro es muy significativa, primero, porque fue quien en 2015 cerró la frontera con Colombia y en el 2019 expulsó a los diplomáticos colombianos de Venezuela, pero en otro sentido porque demuestra que no tiene control sobre los grupos irregulares a quienes les entregó el control de nuestro territorio, y esto, sin duda, pone en riesgo la paz total de Colombia y el buen funcionamiento de la dinámica fronteriza.
Hoy vemos el restablecimiento de relaciones entre un estado democrático como Colombia y una dictadura como Venezuela, motivo que nos impulsa a poner en la mesa temas que son fundamentales, porque si bien es cierto que la autodeterminación de los pueblos es fundamental, no es menos cierto que es una obligación de los estados democráticos velar por la garantía y el respeto a la vida y los DDHH del mundo.
No se puede querer ser un buen vecino para algunos temas y obviar otros. Es por eso que esta reapertura debe tener en el foco dos elementos, el primero la garantía plena de derechos a los 2.4 millones de venezolanos que hoy están en territorio colombiano y desean pasar de la regularización a la integración y, el segundo, el apoyo y la facilitación en la lucha de los venezolanos que hoy sólo quieren tener el derecho a elegir en libertad para poder tener el retorno de la democracia a Venezuela, allí creo que Colombia y su gobierno pueden tener un papel estelar.
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