El Gobierno español dio luz verde este martes al uso del cannabis medicinal para ciertas condiciones clínicas en las que ha demostrado beneficios, como la esclerosis múltiple o el dolor crónico refractario, pero tendrá que ser prescrito por el médico especialista y dispensado exclusivamente en el hospital.
El Ejecutivo aprobó este martes un real decreto (reglamentación) que permite el uso medicinal del cannabis y no se establece un listado cerrado de indicaciones, sino que deja a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) la potestad para publicar en un plazo de tres meses los usos clínicos autorizados, junto con las condiciones específicas de elaboración, dosificación y prescripción.
Esto permitirá, según explica el Ministerio de Sanidad español, que se pueda actualizar continuamente en función de los avances científicos y la evidencia clínica disponible, lo cual abre la puerta a que en el futuro puedan incorporarse nuevas indicaciones, siempre bajo criterios rigurosos de eficacia, seguridad y necesidad médica.
La norma se basa en el uso medicinal del cannabis como una alternativa terapéutica en casos donde los tratamientos convencionales no resultan eficaces, especialmente en pacientes con dolor crónico refractario, epilepsia grave, espasticidad por esclerosis múltiple o para mitigar las náuseas y vómitos derivadas de la quimioterapia.
Las fórmulas deberán ser prescritas exclusivamente por médicos especialistas en el ámbito hospitalario cuando existan razones clínicas documentadas para su uso; su elaboración se realizará únicamente en servicios de farmacia hospitalaria autorizados y además se creará un registro público, gestionado por la Aemps, en el que deberán inscribirse todos los preparados estandarizados que se utilicen para elaborar fórmulas magistrales.
Sólo en casos excepcionales de vulnerabilidad, dependencia o barreras geográficas, las comunidades autónomas podrán establecer mecanismos de dispensación no presencial, asegurando el acceso equitativo a estos tratamientos.
En España está prohibida la posesión y el tráfico de cannabis, pero hay un vacío legal con el consumo en espacios privados. Para uso médicos, solo existen un par de fármacos con extractos de cannabis a la venta con receta para tratar enfermedades como la esclerosis múltiple o la epilepsia.
EFE