Un soldado murió y otro militar resultó herido este domingo en el departamento colombiano de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, en un ataque con explosivos a las tropas que realizaban labores de registro y control, informó el Ejército.
El Comando de la Trigésima Brigada detalló -en un comunicado- que los militares estaban en el puesto de control de la carretera entre Cúcuta, la capital departamental, y Puerto Santander, «cuando fueron atacados con el lanzamiento de un artefacto explosivo».
«En la acción criminal fue asesinado el soldado Jhon Pernett Barrios y resultó herido un suboficial, quien fue atendido por los enfermeros de combate y se encuentra fuera de peligro», añadió la información castrense.
El Ejército aseguró que con estos «actos terroristas, los grupos armados ilegales violan el derecho internacional humanitario y los derechos humanos».
A comienzos de este mes, dos policías resultaron heridos en Cúcuta en un ataque atribuido a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La semana pasada, Human Rights Watch (HRW) denunció que los grupos armados irregulares que operan en el Catatumbo cometieron «graves abusos» contra los habitantes de esa región de Norte de Santander en medio de la disputa entre las guerrillas ELN y el Frente 33 de las disidencias de las FARC.
«El ELN y el Frente 33 han matado, secuestrado y desaparecido a civiles. Los enfrentamientos entre las partes y los abusos cometidos han obligado a más de 56.000 personas a huir de sus hogares, uno de los desplazamientos masivos más grandes de Colombia en décadas», señaló HRW en el informe ‘El Catatumbo: Abusos de grupos armados y desprotección estatal’.
El informe recordó que el Catatumbo «es un lugar estratégico para la producción y el tráfico de drogas» y añadió que «durante años, el ELN se ha beneficiado de la complicidad de las fuerzas de seguridad venezolanas» en esa región, donde desde 2018 tiene también una creciente presencia el Frente 33 de las disidencias en mención.
Según las autoridades de Norte de Santander, los enfrentamientos ocurridos entre el 16 de enero y el 8 de marzo dejaron 78 personas asesinadas, entre ellas cuatro niños. EFE