Los partidos italianos votaron el sábado a favor de la permanencia del presidente Sergio Mattarella, para evitar el caos político que podría haber provocado un fracaso en la elección de su sucesor en la tercera economía de la eurozona.
Los diputados rompieron en aplausos cuando el presidente de 80 años, cuyo primer mandato termina el 3 de febrero, recibió los votos necesarios para un segundo período de siete años, en la octava ronda de una votación que ha dividido amargamente al gobierno de unidad nacional de Roma.
A falta del recuento final, Mattarella consiguió los 505 votos necesarios, la mayoría absoluta de 1.009 “grandes electores” que tienen derecho a participar, en la octava votación y el Parlamento estalló en un gran aplauso.
Luego de semanas de incertidumbre, Mattarella, único candidato posible para repetir en el cargo a partir del 3 de febrero, aceptó continuar en el puesto aunque era una hipótesis que no estaba en sus planes, confirmaron las propias formaciones. Y es que Mattarella había avanzado que quería retirarse para dedicarse a su familia.
Mattarella se convertirá en el segundo jefe del Estado en repetir en el cargo, después de Giorgio Napolitano, quien lo hizo en 2013, a pesar de que había dicho en varias ocasiones que quería jubilarse. En 2015 y lo sustituyó Mattarella.
Nacido en Palermo el 23 de julio de 1941 y padre de tres hijos, Mattarella fue juez del Tribunal Constitucional y varias veces ministro, antes de ser la máxima autoridad del Estado italiano.