Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pusieron este jueves en marcha un juicio político contra el presidente Joe Biden por una presunta red de corrupción familiar, una maniobra que no tiene posibilidad de prosperar dado que no cuentan con mayoría en el Senado.
Los conservadores acusan a Biden de haber utilizado sus influencias cuando era vicepresidente de Estados Unidos en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) para ayudar a su hijo Hunter y a otros familiares en unos supuestos negocios irregulares con China.
Sin embargo, para los demócratas no se trata más que de una maniobra política para distraer la atención del cerco judicial que pesa sobre el expresidente Donald Trump (2017-2021), gran favorito para la nominación republicana de cara a las elecciones de 2024.
Con información de EFE