El Gobierno británico anunció este lunes la imposición de más sanciones a funcionarios iraníes, incluido el fiscal general adjunto Ahmad Fazelian, en represalia por la violencia del régimen de Teherán, como la reciente ejecución del ex ministro de Defensa Alireza Akbari, de nacionalidad británica e iraní.
Estas sanciones consisten en una congelación de activos y una prohibición de viajar al Reino Unido para las personas afectadas.
Con esta medida, que se une a otras impuestas por la Unión Europea (UE) y EE. UU., hay una condena unánime de la comunidad internacional a la violencia que el régimen iraní está infligiendo a su propio pueblo, señala hoy un comunicado del Foreign Office.
Fazelian, indica la nota, es responsable de un sistema judicial marcado por juicios injustos y castigos atroces, incluido el uso de la pena de muerte con fines políticos.
En la lista de sancionados divulgada por el ministerio de Exteriores figura también Kiyumars Heidari, comandante en jefe de las Fuerzas Terrestres de la República Islámica de Irán.
Heidari ha admitido públicamente su participación y la de su fuerza en la respuesta violenta a las protestas de noviembre de 2019 que provocaron la muerte de al menos cientos de manifestantes, y continúa para ordenar la represión en las actuales protestas.
También está Hossein Nejat, subcomandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) del cuartel general de Sarallah (la división del IRGC responsable de la seguridad en Teherán), así como Salar Abnoush, comandante adjunto del Basij, la fuerza del IRGC que es movilizada por el liderazgo del régimen para imponer la brutal represión en las calles de Irán.
El comunicado agrega que Abnoush tiene control sobre las fuerzas del Basij y lidera tácticas represivas.
«Los sancionados hoy, desde las figuras judiciales que utilizan la pena de muerte con fines políticos hasta los matones que golpean a los manifestantes en las calles, están en el centro de la brutal represión del régimen contra el pueblo iraní», señaló el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly.
«El Reino Unido y nuestros socios hemos enviado un mensaje claro a través de estas sanciones de que no habrá escondite para los culpables de las peores violaciones de derechos humanos», indicó.
EFE