Familiares de los líderes opositores arrestados en Nicaragua denunciaron que el régimen de Daniel Ortega negó el acceso de la Cruz Roja para conocer el estado de los políticos.
Por Infobae
Tras la ola de detenciones producida entre finales de mayo y principios de julio, que mantiene privados de su libertad a seis precandidatos presidenciales y otros dirigentes, las familias de los opositores aseguraron al periódico local La Prensa que no pudieron verlos y que tampoco pudieron confirmar si se encuentran en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), como sostiene la Policía, porque no le permitieron entrar ni al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Todos (los familiares de los opositores) les solicitamos al CICR que trataran de verlos para confirmar sus estados, cómo se encuentran. Pero la Dirección de Auxilio Judicial ni siquiera a ellos, para ver temas humanitarios, les ha dado permiso. No les han permitido a ellos, ni a nosotros, nadie los ha visto, se sigue desconociendo sus estados”, expresó Ana Lucía Álvarez, hermana de la dirigente Tamara Dávila.
En tanto, Pablo Fletes, hermano de Marcos Fletes, ex funcionario de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), coincidió en que los oficiales de las DAJ “están cerrados” en no permitir el ingreso de familiares ni abogados. “Ellos están cerrados, no están aceptando nada”, dijo.
Por su parte, las madres de dos líderes estudiantiles arrestados en el marco del proceso electoral de Nicaragua informaron que solicitaron a la comunidad internacional mayor presión hacia el régimen que preside el sandinista Daniel Ortega, para que libere a sus hijos, investigados por supuesta traición a la patria.
“Hemos tenido reuniones con la comunidad internacional. Hemos pedido sobretodo eso, que busquen otro mecanismo de presión, porque vemos que (Ortega) de las sanciones (contra sus familiares y altos cargos) se burla”, dijo en rueda de prensa Heydi Meza, madre del líder estudiantil Max Jerez.