La princesa de Gales, Catalina, apareció este martes por sorpresa en la tradicional fiesta de los jardines del Palacio de Buckingham, en Londres, tras dos años de ausencia.
Kate escogió un vestido amarillo limón de Emilia Wickstead conjuntado con una pamela de Philip Treacy para acompañar a su esposo, el príncipe Guillermo, que presidía el evento en nombre de su padre, el rey británico, Carlos III y acudió con un sombrero de copa y un traje de tres piezas.
La última vez que Kate Middleton, de 43 años, asistió a esta celebración fue en mayo de 2023, días después de la coronación de Carlos III.
La princesa faltó en la cita del año pasado tras anunciar su diagnóstico de cáncer -de tipología desconocida- que le obligó a cancelar su agenda y compromisos reales hasta la finalización de su tratamiento de quimioterapia.
La aparición de hoy marca un nuevo paso en la «vuelta gradual» de la princesa Kate a la vida pública después de que el pasado mes de enero anunciase que su enfermedad estaba en remisión.
Junto a los príncipes de Gales también acudieron otros miembros de la familia real, tales como la princesa Eugenia y Zara Tindall o los duques de Edimburgo y los de Gloucester.
En los alrededores de la residencia real, y bajo un sol radiante, se congregaron más de 7.500 invitados, entre los que se encontraban representantes de asociaciones benéficas, supervivientes del holocausto o los padres de la joven fotógrafa Liz Hatton, que murió en noviembre a los 17 años por una forma agresiva de cáncer.
Las fiestas reales de los jardines del Palacio de Buckingham se celebran desde 1860, cuando la reina Victoria empezó la tradición de lo que denominó como ‘desayunos’, pese a su horario vespertino, que cuentan con miles de tazas de té, sandwiches y tartas y están amenizadas por una banda militar.
EFE