Un grupo de 21 menores y jóvenes que habían sido secuestrados por hombres armados el pasado domingo en una granja en el norte de Nigeria, en el estado de Katsina, fueron liberados, confirmó la Policía regional.
«Anuncio la puesta en libertad del total de 21 trabajadores secuestrados que fueron raptados mientras trabajaban en tierras de cultivo en la aldea de Kamfanin Mai Lafiya«, en la localidad de Faskari, dijo este sábado a través de un comunicado que recogen hoy medios locales el portavoz del cuerpo, Gambo Isah.
«Se han reunido con sus familias y las investigaciones continúan», añadió Isah, que no especificó si se había pagado un rescate, si bien medios nigerianos reportaron que los secuestrados pidieron la suma de 30 millones de nairas (más de 68.400 euros).
Las víctimas, que tenían edades comprendidas entre los 15 y los 18 años según un comunicado de Unicef publicado días después del rapto, fueron secuestrados cuando un gran número de individuos armados asaltaron la granja en la trabajaban.
Inicialmente, la Policía informó de que los afectados eran 39 pero luego redujo la cifra a 21.
Los estados del centro y noroeste del Nigeria sufren ataques incesantes por parte de «bandidos», término usado localmente para designar a las bandas criminales que cometen asaltos, robos y secuestros masivos para lograr lucrativos rescates.
La violencia continúa a pesar de las reiteradas promesas del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, de acabar con el problema y del despliegue de fuerzas de seguridad adicionales en la zona.
A esta inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma la registrada desde 2009 en el noreste por el grupo yihadista Boko Haram y, desde 2016, por su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).
Ambos grupos han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de la ONU. EFE