El régimen de Daniel Ortega se defendió este martes de los cuestionamientos de la OEA por su represión en contra de dirigentes opositores utilizando un insólito argumento: acusó a Estados Unidos de violar los derechos humanos de los seguidores de Donald Trump que asaltaron el Capitolio en Washington DC el pasado 6 de enero.
«Exigimos al gobierno de EEUU que cese la persecución en contra de los manifestantes pacíficos que entraron al Congreso y pongan en libertad a los centenares de presos políticos que actualmente tienen presos por ejercer su derecho a la manifestación y cese la cacería de brujas de estas personas«, dijo el embajador de Nicaragua ante la OEA, Luiz Alvarado.