El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró este viernes que Rusia supone una «amenaza existencial» para Europa porque, de tener éxito, el presidente ruso, Vladímir Putin, no se detendrá en Ucrania.
Borrell pronunció hoy un discurso en Saint Antony’s College de la Universidad inglesa de Oxford sobre la situación geopolítica mundial y en particular sobre los dos conflictos armados de los que es testigo el mundo, Ucrania y Oriente Medio.
En su intervención, titulada «Europa afronta dos guerras», el jefe de la diplomacia comunitaria insistió en la amenaza que representa el presidente de Rusia e hizo hincapié en que cada vez son más las voces que advierten de las consecuencias globales de una victoria rusa.
En ese sentido, puso el ejemplo del presidente francés, Emmanuel Macron, que ha llegado a la conclusión de la amenaza a pesar de que había advertido en un principio que no había que humillar a Rusia.
El presidente ruso ve a todo Occidente como su adversario, y lo repite en la televisión estatal rusa, agregó Borrell, que consideró que los europeos no estaban preparados para la dureza del mundo ante la cual finalmente se han despertado.
Pero como ha señalado Ivan Krastev (politólogo búlgaro), citó Borrell, «una cosa es despertarse y otra encontrar fuerzas para levantarse de la cama», en referencia a la guerra en Ucrania.
«En algunos casos todavía estamos en la cama», agregó el alto representante para recalcar la «gravedad del momento» actual.
«Y después vino otra guerra», con el ataque de la organización terrorista Hamás del 7 de octubre pasado en territorio israelí y la desproporcionada respuesta de Israel, puntualizó.
El jefe de la diplomacia comunitara consideró que la tierra debe «ser compartida», para que palestinos e israelíes vivan lado a lado, por lo que es importante buscar una solución en Oriente Medio, sobre la que, puntualizó, los europeos tienen una fuerte responsabilidad.
Borrell puso como ejemplo de esperanza el proceso de paz en Irlanda del Norte, que parecía algo imposible de resolver, pero que años de pacientes negociaciones permitieron sellar el Acuerdo del Viernes Santo (1998), que puso fin al conflicto sectario entre protestantes pro-británicos y católicos pro-irlandeses.
Pero Borrell avisó de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no quiere la solución de dos estados y que Europa le sigue preguntando qué quiere a fin de tener una respuesta que evite otra tragedia humana.
En su discurso, el alto representante hizo hincapié en que para hacer frente a la actual situación geopolítica, es necesario diversificar los vínculos comerciales y profundizar la cooperación con quienes comparten los valores e intereses europeos, y citó para ello al Reino Unido, a pesar de su salida de la Unión Europea (UE).
Señaló, asimismo, que en el mundo actual hay más confrontación y menos cooperación, con un Estados Unidos que ha perdido hegemonía mientras China ha ido en ascenso y es rival de ese país.
Al mismo tiempo, las potencias medias, como India, Brasil, Arabia Saudí, Sudáfrica o Turquía están emergiendo como actores importantes en el escenario global, agregó.
Entre otras cosas, indicó que el cambio climático no es una preocupación futura, sino que ya está presente, mientras que hay cambios tecnológicos y una demografía que cambia rápidamente, en particular en África, donde vivirá el 25% de la población mundial en 2050.