El expresidente colombiano Álvaro Uribe denunció este lunes que ha sido informado por «inteligencia internacional» sobre la supuesta preparación de un nuevo atentado en su contra, al tiempo que criticó al Gobierno por, según él, no concentrarse en la gravedad del ataque contra el senador Miguel Uribe Turbay.
«Mientras Miguel se debate por la vida, el Gobierno habla de otros temas. Desde su seno nos invitan a buscar acuerdos para prevenir nuevas masacres. Y la inteligencia internacional me informa de la preparación de otro atentado en mi contra», escribió en su cuenta de X el exmandatario, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010.
Mientras Miguel se debate por la vida, el gobierno habla de otros temas. Desde su seno nos invitan a buscar acuerdos para prevenir nuevas masacres. Y la inteligencia internacional me informa de la preparación de otro atentado en mi contra.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) June 9, 2025
La declaración de Uribe agrega tensión al ya caldeado ambiente político tras el intento de asesinato de Miguel Uribe Turbay, senador de su partido, Centro Democrático, y uno de los principales precandidatos presidenciales para 2026.
Víctima de varios atentados
Uribe ha sufrido varios atentados a lo largo de su vida pública y es una de las figuras más custodiadas de Colombia, con un robusto esquema de seguridad que incluye decenas de guardaespaldas.
Uno de los atentados más graves lo sufrió el 14 de abril de 2002 en Barranquilla cuando siendo candidato presidencial, un autobús bomba explotó al paso de su vehículo blindado.
Uribe salió ileso, pero el ataque, atribuido a la columna Teófilo Forero de la guerrilla de las FARC, dejó cuatro muertos y 22 heridos.
Ese mismo año, el 7 de agosto, durante su posesión presidencial, la misma guerrilla lanzó proyectiles contra la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, y detonó explosivos en barrios cercanos al centro de Bogotá, causando 14 muertos y 59 heridos.
Tres años después, el 22 de abril de 2005, las autoridades frustraron otro atentado al desactivar a última hora una gran cantidad de explosivos que estaban escondidos en una casa cercana a la cabecera de la pista del aeropuerto de Neiva (sur), para ser detonados durante el aterrizaje del mandatario.
El expresidente no dio detalles sobre la supuesta alerta que recibió del posible atentado ni sobre su origen, pero su denuncia coincide con un llamado de distintos sectores políticos al Gobierno para reforzar las garantías para el ejercicio democrático.
Con información de EFE