El dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció como «una nueva demostración de fuerza imperial» la supuesta presencia militar de Estados Unidos en el sur del mar Caribe y calificó de «falso y desproporcionado» el argumento de que sea para combatir al narcotráfico.
Al intervenir el miércoles en la XIII Cumbre extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en formato virtual, Díaz-Canel afirmó que es una acusación «mendaz» de EE.UU. contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la que pretende relacionarlo con el narcotráfico.
«El imperialismo en el despliegue de su ofensiva hegemonista y agresiva, evidencia que no tiene intención de detenerse ante los límites que le impongan el Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas, y décadas de resoluciones y declaraciones regionales y universales contra la coerción, la amenaza, la injerencia en los asuntos internos de los Estados y la intervención», recalcó.
Además hizo un llamado «a todos los pueblos del mundo a condenar la irracional arremetida de la Administración Trump» y a enfrentar sus «amenazas» con la «lucha conjunta, la solidaridad y la unidad inquebrantable como escudos».
Respaldo nicaragüense
Por su parte, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó que «América Latina entera no haya reaccionado de manera unánime y fuerte ante la amenaza (…) de Washington», que duplicó a 50 millones de dólares una recompensa por información que conduzca al arresto del autócrata chavista.
«No ha habido una respuesta contundente de la comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños, no la ha habido, y eso es cobardía, eso es sumisión, eso es rendición», dijo.
Por tanto, subrayó la necesidad de «unir fuerzas» y de que «salga la dignidad de los gobernantes latinoamericanos para defender la soberanía de sus propios pueblos».
Gobernantes de la ALBA
Los gobernantes de los diez países de la ALBA hicieron un llamado a la unión latinoamericana y caribeña ante las que señalaron como «amenazas» de Estados Unidos, nación a la que acusaron de llevar a cabo un «despliegue militar» en «aguas del Caribe».
En la cumbre virtual, los jefes de Estado y de Gobierno del bloque insistieron en la unión regional ante la «clara intención» que, aseguraron, tiene EE.UU. de «imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de los Estados de América Latina y el Caribe».
Maduro, quien encabezó el encuentro desde Caracas, aseguró que «es tiempo de la unión» entre los pueblos de la región para consolidarla como un «territorio de paz», en vista, dijo, de «la política que el Gobierno imperialista» de EE.UU. «pretende implementar ahora» con América Latina y el Caribe.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, también abogó por «trabajar juntos» en medio de una «desafortunada intensificación de las actividades contra Venezuela y Cuba de parte de algunas fuerzas políticas en Norteamérica».
El jefe de Gobierno sanvicentino defendió que estos dos países «tengan la libertad de escoger sus propios caminos de desarrollo».
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, sostuvo que los pueblos latinoamericanos deben prepararse para «resistir y vencer» al «fascismo» que acecha a la región.
Con información de EFE