Cuba convocó el sábado al jefe de la misión diplomática de EE.UU. en La Habana, Timothy Zúñiga-Brown, para protestar por su apoyo a miembros del grupo opositor Movimiento San Isidro, varios de ellos en huelga de hambre para reclamar la libertad de un activista y el fin de la censura, informó la agencia EFE.
«En la tarde noche del sábado 28 de noviembre, el Director General a cargo de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, convocó al Encargado de Negocios de EE.UU, Timothy Zúñiga-Brown», informó la Cancillería en una nota publicada en su web oficial.
De acuerdo al texto, el haber acudido personalmente a la vivienda de la histórica barriada habanera de San Isidro, «donde se desarrollaba un evento de provocación política y social», y llevar en su coche a varios de los activistas, son «graves violaciones» de las funciones de Zúñiga-Brown como «diplomático y jefe de misión».
Esta es «una intromisión flagrante y desafiante en los asuntos políticos internos de Cuba y violaciones incontestables de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas», subraya el comunicado.
«Cuba no permite a Estados Unidos, ni a Estado alguno la injerencia en los asuntos internos del país», insistió Fernández de Cossío, quien pidió al Encargado de Negocios estadounidense que trasladara la comunicación a Washington.
El directivo de la Cancillería cubana acusó una vez más al Gobierno de EE.UU. de financiar, orientar e incitar a grupos opositores en la isla para que «desafíen la autoridad del gobierno, tanto por vías pacíficas como por vías violentas».