El banco suizo Credit Suisse salió a defenderse de las acusaciones de que por décadas guardó fortunas de personas ligadas a la corrupción, asegurando que el 90 % de las cuentas que revisó frente a estas denuncias estaban ya cerradas o en proceso de serlo cuando fue informado de estas indagaciones.
La revelación se basó en una investigación periodística sobre los datos de 18 mil cuentas bancarias, con fondos por más de USD 100.000 millones. En el proyecto trabajaron 163 periodistas pertenecientes a 48 medios de 39 países, en una investigación colaborativa coordinada por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y el consorcio global Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
En una declaración emitida desde su sede mundial en Zúrich, Credit Suisse afirmó que los hechos presentados son predominantemente «históricos», que algunos datan de la década de 1940 y que de manera general lo que se afirma «es parcial, inexacto o con información seleccionada puesta fuera de contexto, lo que resulta en interpretaciones tendenciosas de la conducta del banco».
El banco señaló que un 60 % de todas esas cuentas habían sido cerradas antes de 2015.
«Sobre el resto de cuentas activas, nos sentimos cómodos puesto que se ha actuado con la diligencia debida y se efectuaron controles conforme a nuestro marco actual. Seguimos analizando los hechos y tomaremos pasos adicionales si es necesario», aseguró.
Aunque señaló que toma las denuncias de forma seria y que continuará con sus investigaciones internas, la entidad financiera dijo que esto parece ser parte de un «esfuerzo concertado» para desacreditar no solo al banco, sino a la plaza financiera suiza, que ha aplicado profundos cambios en los últimos años.