Las autoridades neerlandesas han cerrado el tráfico aéreo en el aeropuerto neerlandés de Eindhoven, que recibe tráfico internacional, durante al menos dos horas debido a una amenaza de bomba en un avión de Transavia que volaba desde Praga, y los vuelos han sido desviados a aeródromos cercanos hasta nuevo aviso.
En un breve comunicado, la gendarmería neerlandesa explicó que está “gestionando una situación sospechosa en un vuelo entrante de la República Checa que acaba de aterrizar en el aeropuerto de Eindhoven” y trasladado a la Base Aérea, la parte militar del aeródromo, para ser investigado “después de una amenaza de bomba recibida anteriormente”.
“Los pasajeros serán desembarcados y recogidos, se llevará a cabo una investigación adicional en el avión con ayuda de un perro rastreador de la Marechaussee (gendarmería) y el servicio de eliminación de explosivos”, señaló la policía militar neerlandesa en un comunicado a las 16.26 hora local, una hora y media después del aterrizaje del vuelo sospechoso.
El vuelo procedente de Praga llevaba a bordo a 141 pasajeros y seis tripulantes, que ya han sido sacados del avión, según un portavoz de la gendarmería.
Los aviones que tenían previsto aterrizar en Eindhoven han sido desviados a los aeropuertos de Bruselas, Maastricht y Weeze (Alemania). EFE