Para la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, mientras la ciudad de Cali, epicentro de las manifestaciones en el país, celebraba un mes del inicio del Paro Nacional, 14 personas perdieron la vida a causa de la violencia.
Ese día, según el organismo internacional, 98 personas resultaron heridas y 54 de ellas a causa de disparos de arma de fuego. La jornada más violenta, pero no la única, desde el 28 de abril cuando inició el Paro Nacional.
Por esa razón, Michelle Bahcelet, la alta comisionada de las Naciones Unidas, expresó su preocupación por los hechos del 28 de mayo en Cali, en especial por los ataques armados y las múltiples violaciones a los derechos humanos que se han presentado.
“La Alta Comisionada señaló que su Oficina recibió informaciones sobre individuos armados, incluido un oficial de policía judicial fuera de servicio, que habrían disparado en dirección a manifestantes, periodistas que cubrían las protestas y transeúntes. El oficial de policía judicial en cuestión fue apaleado hasta la muerte por una multitud. Según informaciones recibidas, en algunos puntos de la ciudad, algunos individuos privados habrían disparado contra manifestantes en presencia de agentes de la policía”, señaló la Alta Comisionada en un comunicado.
Según el reporte de la Alcaldía de Cali, 13 personas murieron en esa jornada, ocho habrían sido víctimas de armas de fuego, dos por elementos cortopunzantes y otro más por “otras armas”. Así mismo, la cifra de heridos hasta el 29 de mayo era de 23 personas, aunque faltaban otros por identificar.
“Estos hechos son aún más preocupantes dados los avances que se habían logrado para resolver, a través del diálogo, el malestar social, tras el inicio de un Paro Nacional contra varias políticas sociales y económicas del Gobierno”, dijo Bachelet.
La alta comisionada y expresidenta chilena solicitó un avance rápido de la justicia para contrarrestar los hechos de violencia. “Es esencial que todas las personas que presuntamente causaron lesiones o muerte, incluidos funcionarios del Estado, estén sujetas a investigaciones rápidas, efectivas, independientes, imparciales y transparentes, y que los responsables respondan ante la ley”, aseguró.
Según ella, la única forma de resolver la situación es a través del diálogo, como mecanismo para atender las demandas de las personas que se encuentran en protesta desde hace más de 32 días, así como de quienes se han visto afectados y se oponen a las manifestaciones.
“Pido que se ponga fin a todas las formas de violencia, incluyendo el vandalismo, y que todas las partes sigan hablando, para que se garantice el respeto por la vida y la dignidad de todas las personas”, afirmó la Alta Comisionada.
Bachelet celebró “el compromiso expresado por varios actores, en Cali y a nivel nacional, de encontrar una solución negociada y pacífica al malestar social a través del diálogo”, aunque las negociaciones no han avanzado y su instalación se ha pospuesto más de dos semanas.
En el comunicado expresaron que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia también ha recibido información de al menos 30 personas que fueron detenidas el 28 de mayo.
“Es necesario garantizar los derechos a un juicio justo y a las garantías procesales de los detenidos”, dijo Bachelet. En respuesta a la preocupación sobre el paradero de algunos detenidos, la Alta Comisionada también reiteró la necesidad de aplicar las medidas necesarias, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos, para prevenir las desapariciones.
Durante esa jornada del 28 de mayo, un funcionario del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía disparó indiscriminadamente contra varios manifestantes en Cali y le provocó la muerte a dos de ellos. El resto de personas lo persiguieron hasta capturarlo y lo lincharon hasta la muerte dejando un saldo, solo en ese sector, de tres fallecidos.