Claudio Grossman, exdecano de la Facultad de Derecho de la American University y expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), renunció a su cargo como asesor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), en protesta por las demoras injustificadas de la oficina para procesar los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Venezuela.
Así lo reveló la agencia The Associated Press (AP), que tuvo acceso a un correo electrónico que Grossman envió al fiscal Karim Khan, el mes pasado, en el que el jurista chileno afirmó que sus estándares éticos ya no le permiten permanecer en silencio mientras el régimen de Maduro sigue cometiendo abusos, expulsando a diplomáticos extranjeros y obstruyendo el trabajo de los observadores de derechos humanos de las Naciones Unidas, sin que la CPI actúe.
“Ya no puedo justificar la decisión de no tomar medidas correspondientemente serias contra los perpetradores de las graves violaciones”, añadió.
Grossman, quien durante su trayectoria ha tenido estrecha vinculación con la defensa de víctimas de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, había sido designado asesor especial no remunerado de la Fiscalía de la CPI en octubre de 2021.
Según reveló AP, el fiscal Karim Khan llamó a Grossman para pedirle que reconsiderara su decisión y aceptara renovar su contrato, pero fracasó
Desde la oficina de Khan se limitaron a comentar que “el fiscal está extremadamente agradecido al profesor Grossman por la experiencia y el trabajo que ha prestado”.