Un total de 45.727 migrantes irregulares cruzaron el Darién, la peligrosa frontera entre Panamá y Colombia, en su camino hacia Norteamérica en lo que va de 2023, según cifras oficiales panameñas difundidas este domingo.
La mayoría de los migrantes que cruzaron esa mortal selva son de Suramérica y el Caribe, pues de los 45.727 transeúntes reportados hasta hoy, 16.110 son haitianos, 11.070 ecuatorianos y 7.874 venezolanos, según estadísticas del Servicio Nacional de Migración facilitadas a EFE.
También, 1.246 son indios, 822 colombianos, 168 cubanos y 181 dominicanos, de acuerdo con la información oficial.
El pasado mes enero atravesaron el Darién 24.634 migrantes y en lo que va de febrero 21.093, mientras que el año anterior en este mismo periodo cruzaron 4.702 y 4.262, respectivamente, según las estadísticas de las autoridades migratorias, que evidencian el creciente flujo migratorio.
Miles de migrantes irregulares de países de todo el mundo llegan a Panamá diariamente tras atravesar varios países suramericanos y la peligrosa selva del Darién en su camino hacia Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.
El año pasado, 248.284 transeúntes cruzaron la jungla, una cifra inédita liderada por el éxodo venezolano que provocó una crisis migratoria en la región.
El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá dijo en un tuit que «desde que inició la migración masiva hacia los Estados Unidos, más de 500 mil migrantes han pasado por Panamá a través del corredor humanitario», establecido en 2009.
Y agregó que «en su travesía, se les ha respetado sus derechos, brindándoles alojamiento, comida, atención médica a niños y adultos».
El servicio de migración indicó en un comunicado que «familias enteras con niños, niñas y mujeres embarazadas han sido parte» de ese corredor, instalado «por Panamá en coordinación con organizaciones internacionales para atender a medio millón de migrantes en los últimos años».
«Tenemos un compromiso humanitario con los migrantes irregulares que pasan por el territorio panameño hacia Norteamérica”, declaró la directora de migración, Samira Gozaine, en un comunicado.
Este febrero se registraron dos trágicos accidentes de buses que trasladaban migrantes desde un albergue en Darién hasta otro limítrofe con Costa Rica: el pasado 15 de febrero un transporte con 66 pasajeros cayó por un precipicio dejando 39 muertos, y el pasado sábado otro con 57 transeúntes se incendió, sin heridos ni fallecidos, quedando totalmente calcinado.
A raíz de ello, las autoridades panameñas suspendieron temporalmente el traslado de los migrantes hasta que revisen los transportes que los movilizan.
Panamá registra a los migrantes que cruzan la selva y les ofrece asistencia de salud y alimentación en albergues, ubicados en la provincia de Darién, donde hay presencia de organismos humanitarios.
Tras ello, los migrantes son trasladados en buses, costeados por ellos mismos, hacia otra instalación en Chiriquí, límite con Costa Rica, para que sigan su camino hacia Norteamérica.
EFE