Este miércoles, los principales portales de noticias se han hecho eco de la supuesta noticia de que la FIFA instauraría partidos de 100 minutos durante el Mundial de Qatar 2022, un cambio revolucionario para el fútbol que encendió el debate en las redes sociales. Sin embargo, todo se trata de una mala interpretación de unas declaraciones de Gianni Infantino.
El mandamás del fútbol viajó a Italia para participar del homenaje por los 100 años del nacimiento de Artemio Franchi, ex presidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA. Durante su estadía fue consultado por varios aspectos y en el diálogo que mantuvo con algunos medios surgió la discusión sobre el tiempo de juego en los partidos.
Es que debido al sistema de adicionar minutos una vez completados los 90 reglamentarios, en el fútbol el tiempo neto de juego termina siendo menor al real. Para dar contexto, muchas veces el tiempo muerto –sin acción– es superior a los 35 minutos. “El concepto detrás del argumento es que pagas por 90 minutos, no por los 50 minutos reales de juego”, valoró Infantino, en declaraciones publicadas por el diario Corriere dello Sport.
Si bien reconoció que la FIFA debería trabajar en ello, advirtió que no es sencillo: “Para la introducción del ‘tiempo efectivo’, se necesita un cambio normativo por parte del IFAB. Y luego la vía práctica es la de la recuperación”. La IFAB (International Football Association Board) es el organismo que se encarga del reglamento del fútbol, por lo que ninguna norma puede alterarse sin su consentimiento.
En este marco, Infantino sostuvo: “En Qatar 2022 esperemos partidos de 100 minutos, con prórrogas significativas”. Esa frase, dicha luego de recordar que ahora hay 10 cambios por partido, fue tergiversada y malinterpretada por lo que disparó una ola de versiones sobre si la FIFA extendería el tiempo de juego. Pero, si se analiza apropiadamente, se puede comprender perfectamente, ya que en la actualidad la gran mayoría de los partidos duran 100 minutos, 90 reglamentarios, más otros 10 adicionados (algunos en la primera mitad y otros en el complemento). Las cinco sustituciones por equipo y las interrupciones por el VAR han provocado que los encuentros duren más tiempo del estimado, pero no por el cambio de una norma, sino para intentar recuperar parte de lo perdido.