Human Rights Watch (HRW) confirmó que un misil balístico ruso con una munición en racimo impactó en las afueras de un hospital en Vuhledar, matando a cuatro civiles e hiriendo a otros 10, seis de ellos trabajadores de la salud.
El ataque ocurrido el 24 de febrero generó daños en el hospital, una ambulancia y vehículos civiles.
El misil utilizado sería un Tochka serie 9M79 con un grupo 9N123 de ojiva de municiones.
“Este insensible ataque ha matado y herido a civiles y dañado un hospital”, dijo Steve Goose, director de armas de Human Rights Watch. “Las fuerzas rusas deben dejar de usar municiones en racimo y poner fin a los ataques ilegales con armas que matan y mutilan indiscriminadamente”.
La médica jefe del hospital, Natalia Sosyura, describió el ataque: “Estaba en el primer piso de nuestro edificio de dos pisos. Escuché una fuerte explosión afuera, corrimos hacia el pasillo. Por suerte, no tuvimos muchos pacientes. Eran alrededor de las 10:30 de la mañana. Todos caímos al suelo”.
Los civiles muertos en el ataque, dos hombres y dos mujeres, fueron Maksim Sidorenko, de 34 años; Antonina Sidorenko, 65; Sergei Sivukhin, 56; y Olga Shramko, de 50.
“Todos los estados parte de la Convención sobre Municiones en Racimo de 2008 deben condenar inequívocamente este ataque y cualquier otro uso de esta horrible arma”, dijo Goose. “Los riesgos para los civiles son intolerablemente altos”.