La nueva variante del coronavirus denominada Ómicron fue detectada por primera vez en Sudáfrica el 24 de noviembre. Apenas 48 horas después la Organización Mundial de la Salud decidió reunirse de urgencia y la calificó como variante de preocupación (VOC).
Se han notificado al 1.458 casos en 57 países en todo el mundo, según datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
El informe epidemiológico semanal de la agencia sanitaria internacional subraya que la gran mayoría de los casos confirmados en la Unión Europea (UE) fueron en personas con síntomas leves o incluso asintomáticas.
Sin embargo, la OMS advirtió que, aunque la variante Ómicron pueda causar menos casos graves que Delta, podría aumentar las hospitalizaciones y las muertes si, como se sabe con los primeros datos, es más contagiosa y causa más infecciones en general.
En este sentido, el informe de la agencia internacional se basa en estimaciones del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) que espera que Ómicron se convierta en la variante dominante en la UE con más del 50 % de los casos entre enero y marzo de 2022, dependiendo del nivel de transmisibilidad que acabe teniendo.