El comisionado del Gobierno interino para relaciones exteriores, Julio Borges, advirtió que con el restablecimiento de relaciones entre el presidente Pedro Castillo y el régimen de Nicolás Maduro, Perú desampara a las víctimas de violaciones de derechos humanos y a los migrantes venezolanos en ese país.
Mediante un comunicado, Borges indicó que respeta pero no comparte la decisión del Gobierno peruano de otorgar el beneplácito a un nuevo embajador de Venezuela designado por Maduro.
«Lamentamos profundamente esta decisión. El Perú ha sido un aliado para la defensa de la democracia en Venezuela y ha denunciado enérgicamente la sistemática violación de DDHH en nuestro país en distintos foros internacionales», destacó.
«El cambio de posición del Perú con respecto a Venezuela le da la espalda no solo a las víctimas de estos actos, sino también al más de millón de migrantes venezolanos que a partir de este momento no podrán ser atendidos con trámites que se han emitido de manera gratuita por la legítima misión diplomática, ya que el consulado del régimen cobra montos exorbitantes que no pueden ser costeados por muchos de nuestros compatriotas», advirtió.
Finalmente, Borges aseguró que espera que el Gobierno peruano «no pretenda ignorar políticamente la realidad de Venezuela bajo el pretexto de no inmiscuirse en asuntos internos», recordando que la crisis migratoria y humanitaria venezolana, que afecta a la región, «solo se resolverá el día en que nuestro país vuelva a la democracia y exista un verdadero cambio político en Venezuela».