Varias ciudades de Brasil registraron en horas de la noche masivas protestas en forma de “cacerolazos” contra el presidente Jair Bolsonaro, mientras éste se dirigía al país a través de una cadena nacional.
Vía INFOBAE
Bajo la consigna de “¡Fora Bolsonaro!”, miles de ciudadanos en San Pablo, Río de Janeiro, Fortaleza, Brasilia, Arrecife, y otras ciudades reclamaron este martes contra la inacción del gobierno para con la pandemia de COVID-19, después de que el país registrara un nuevo récord de 3.251 muertes en las últimas 24 horas.
Además de golpear macetas en las ventanas, los manifestantes también acusaron al presidente de cometer un genocidio.
Durante su discurso de apenas 4 minutos que fue transmitido por radio y TV, el presidente intentó calmar los ánimos en relación a la situación sanitaria y afirmó que el 2021 sería “el año de las vacunas”, a pesar de que en el país poco más del 5% de la población de 210 millones de habitantes ha tenido acceso a alguna dosis.
“Estamos en un momento en que una nueva variante de coronavirus infelizmente le ha quitado la vida a muchos brasileños”, declaró el mandatario, quien transmitió su “solidaridad” a las familias de las víctimas.
Biggest panelaço yet as Bolsonaro addresses the nation. Downtown São Paulo pic.twitter.com/bZKWQMUXMj
— Euan Marshall (@euanmarshall) March 23, 2021
”Desde el comienzo dije que teníamos dos grandes desafíos: empleo y virus” y “en ningún momento el Gobierno ha cesado en sus esfuerzos para preservar vidas y mantener empleos”, afirmó Bolsonaro, que esta vez suavizó el tono y evitó críticas a gobernadores y alcaldes que han decretado confinamientos parciales para contener al virus.
Los cacerolazos del martes reflejaron la acentuada caída del apoyo a Bolsonaro detectada por recientes encuestas, que lo muestran con la aprobación del 30 % de la sociedad y una pérdida de 10 puntos en los últimos tres meses.
El número de muertes de este martes supuso una nueva marca diaria, muy por encima de los 2.841 decesos registrados el martes de la semana pasada, que era hasta ahora el mayor desde el inicio de la pandemia, y acerca a Brasil a las 300.000 víctimas por covid, una barrera que podría ser superada este miércoles.