La ONG Una Ventana a la Libertad reportó la muerte Carlos José Sojo, de 37 años de edad, quien padecía tuberculosis y estaba detenido en el comando de la Policía Municipal de Plaza, en Guarenas, estado Miranda.
Sojo falleció en horas de la mañana del lunes 22 de marzo, cuando recibía atención médica por parte del servicio médico del cuerpo de seguridad municipal, presuntamente por un paro cardiorrespiratorio.
El reo tenía tuberculosis desde hace un año, confirmada por la Medicatura Forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Hacía dos semanas, Sojo había sido trasladado al Hospital Dr. José Ignacio Baldó, conocido como El Algodonal, en Caracas, donde fue evaluado e inició un nuevo tratamiento.
Sin embargo, el estado avanzado de la enfermedad, junto al cuadro de desnutrición que también padecía, complicaron la respuesta efectiva de su organismo al tratamiento.
Carlos José Sojo había sido condenado a ocho años de prisión, en 2018, dos años después de haber sido detenido por robo a un autobús. Llevaba cuatro años detenido en Poliplaza, pero nunca fue trasladado a la cárcel de El Rodeo, a donde había sido ordenado su centro de reclusión.
Preocupación de Bachelet
El 11 de marzo la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por la situación de los prisioneros en Venezuela, quienes han muerto debido a enfermedades como desnutrición y tuberculosis.
“Me preocupan los informes sobre muertes en detención a causa de la tuberculosis, desnutrición y otras enfermedades. Garantizar una alimentación y una atención sanitaria adecuadas es crucial para evitar más muertes trágicas“, dijo Bachelet en Ginebra, y advirtió que “un país es juzgado por cómo trata a sus más vulnerables, incluidos sus detenidos“.