Doscientos días preso sin derecho a la defensa, y víctima de una causa amañada, cumplió este viernes 1 de noviembre el periodista y defensor de derechos humanos Carlos Julio Rojas, encarcelado en el centro de torturas del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) El Helicoide.
Su esposa, Francy Fernández, denunció que «de sus dos días de visita, solo le están dando uno, y cuando quieren, lo dejan sin llamada telefónica. Eso es un abuso. Son derechos que tiene Carlos julio y que deben ser respetados”, reclamó.
Carlos Julio Rojas fue detenido el 15 de abril de 2024 mientras caminaba con su esposa por una calle de la zona donde residía, en la Candelaria. Posteriormente el fiscal del régimen, Tarek William Saab, lo relacionó con un supuesto intento de magnicidio en la plaza Diego Ibarra el 25 de marzo. A Rojas le imputaron los cargos de asociación e instigación para delinquir, terrorismo, conspiración y magnicidio en grado de tentativa.
“Seguimos exigiendo el acceso a la justicia, el debido proceso, el derecho a la defensa, el derecho a los abogados de confianza. Ese es nuestro clamor”, señaló el abogado y defensor de derechos humanos Eduardo Torres. “Como defensa privada, no tenemos acceso a los expedientes, a las acusaciones; es el absurdo que estamos viviendo en Venezuela”.
Los abogados privados “acudimos a los tribunales y acudimos al Sebin, pero no nos permiten las designaciones ni la juramentación en los tribunales de terrorismo”, criticó. “Exigimos que nos permitan asumir esa defensa”.
Esta es la tercera vez que Rojas es detenido arbitrariamente por exigir derechos. El periodista no ha cometido delito alguno, enfatizó Torres. “Lo que ha hecho es promover el voto para el cambio constitucional en Venezuela. Ese es, supuestamente, el ‘delito’ que cometió”.