El Gobierno argentino reconoció que está «avanzando» para que los seis opositores venezolanos asilados en su embajada en Caracas «no tengan absolutamente ningún inconveniente», tras la decisión del régimen de Nicolás Maduro de revocar la autorización que tenía Brasil para custodiar la sede diplomática.
«Venezuela es un tema que tomamos con mucha cautela y que cuando, efectivamente, tengamos algo definido y que, efectivamente, tengamos algún avance en esas materias, se los vamos a comunicar», indicó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
“Brasil está en línea con este tema, que no puede escapar a las convenciones internacionales, a las buenas prácticas, a la ley y al respeto por, no solo la Argentina, sino que en ningún país del mundo se puede atacar o intentar quitarle el valor que tiene una embajada en un país extranjero”, agregó el portavoz.
Adorni también expresó hoy que «los episodios ocurridos el fin de semana trajeron mucha preocupación a todos» aunque aclaró que «han sido desactivados o no han pasado a mayores».
“Estamos ante un dictador, que lejos está de querer normalizar, por la vía democrática, la situación en Venezuela. El pedido se hizo porque es nuestra posición y porque en Venezuela vimos cómo despedazó al pueblo venezolano”, manifestó.
El viernes pasado, la Cancillería argentina había instado al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) a que solicitara el dictado de “órdenes de detención contra Nicolás Maduro y otros cabecillas del régimen”, al considerar que cometieron “delitos de lesa humanidad”, tras los comicios presidenciales.
Tras la decisión, Maduro mandó a revocar la autorización de Brasil para custodiar la sede argentino, a lo que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó este domingo su preocupación por la situación y ratificó que Brasil «permanecerá con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que Argentina designe a otro Estado» válido para el régimen.
Con información de EFE